Este jueves|Homenaje en Francia al arquitecto y revolucionario Oscar Niemeyer

La muerte de Oscar Niemeyer, un revolucionario de la arquitectura mundial, causó hoy conmoción aquí, donde el artista dejó su huella en la sede del Partido Comunista Francés (PCF) y en otras edificaciones famosas.

Niemeyer, quien debió exiliarse en este país en 1966 durante la época de la dictadura militar brasileña, diseñó también la casa de la cultura de Havre, la bolsa de trabajo de Bobigny y la sede del periódico Lâ�ÖHumanité en Saint-Denis.

«Es un revolucionario desde todo punto de vista el que ha muerto, porque Niemeyer siempre ligó su obra a sus convicciones políticas», declaró a esta agencia el responsable para América Latina y el Caribe del PCF, Obey Ament.

Recordó que él fue también un camarada y como muestra de su fraternidad dejó al partido comunista su legado, la sede que hoy se encuentra en la plaza Coronel Fabien y que es parte del patrimonio cultural de París.

Ament destacó la sencillez de este hombre que fue uno de los más grandes artistas de los siglos XX y XXI, diseñador de la ciudad de Brasilia y de otras obras diseminadas por varios países del mundo.

«Cuando se habla de arquitectura yo tengo la costumbre de decir que la vida es más importante que ella», dijo Niemeyer en declaraciones a Lâ�ÖHumanité reproducidas hoy con motivo de su fallecimiento.

Señaló entonces el artista que no es suficiente salir de la escuela para ser un buen arquitecto, es necesario, agregó, conocer ante todo la vida de los hombres, su miseria y su sufrimiento para ser verdaderamente un creador.

Niemeyer será recordado como uno de los gigantes de la arquitectura moderna del siglo XX, declaró este jueves la ministra de Cultura de Francia, Aurélie Filippetti.

Afirmó la titular que su obra ha deslumbrado a generaciones de artistas que se inspiraron en él y su sello está en el paisaje institucional de las grandes capitales, particularmente en Francia.

«Una leyenda ha desaparecido», publicó el diario Le Figaro y recordó que Niemeyer fue el constructor de la mítica ciudad de Brasilia y el eterno poeta de la curva.

En la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, los asistentes a una reunión sobre Patrimonio Mundial guardaron un minuto de silencio en homenaje al legado del artista brasileño.

Fuente/Prensa Latina