Los adelantos en la investigación del asesinato de Liana Hergueta, mujer que fue hallada el pasado 6 de agosto en Caracas con signos de tortura y abuso sexual, ratifican que sus homicidas están estrechamente vinculados a círculos de seguridad de partidos de ultraderecha, organizaciones que pagaron bandas de delincuentes para ejecutar acciones violentas de calle como parte del plan de golpe de Estado que dejó 43 personas fallecidas en 2014.
Desde la sede del Despacho de Comunicación e Información, el titular del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Gustavo González López, informó que los asesinos de Hergueta —tanto el autor intelectual quien responde al nombre de Carlos Eduardo Trejo Mosquera, como el autor material, José Rafael Pérez Venta, y su ayudante Samuel Angulo— han confesado y aportado datos que han llevado la investigación a una nueva fase, cuyos resultados serán mostrados al país próximamente.
A partir de la confesión de los implicados, explicó el ministro, se comprobó que Pérez Venta, —de 28 años de edad y militante del partido Voluntad Popular— recibió formación en el extranjero para cometer prácticas paramilitares, un hecho que se evidencia en la forma en como Hergueta fue asesinada.
«Tenemos información aportada por él mismo (Pérez Venta) que nos ha dicho quién lo ingresó en estos círculos, cómo lo fueron presentando y cómo él fue escalando en estos sistemas. Allí aprendió una cantidad de metodologías y ha informado cómo lo entrenaron, dónde y quién», explicó el ministro, quien resaltó que una vez Pérez Venta, quien ya venía adoptando estas prácticas desde el año 2012, logra adentrarse dentro de grupos de ultraderecha y es cuando es contactado por Carlos Eduardo Trejo Mosquera «porque Trejo sabía que él es quien podía hacerle el trabajo: la muerte de Liana Hergueta por encargo», expuso.
Hergueta acudió a todos los medios posibles para dar con Carlos Eduardo Trejo Mosquera, quien hace un año había pactado con ella intercambiar 5.000 dólares por la cantidad de un millón 340 mil bolívares. Sin embargo, aún cuando Hergueta cumplió con su parte del trato, nunca recibió los 5.000 dólares acordados, siendo víctima de una estafa que terminó en su muerte.
«Carlos Eduardo Trejo Mosquera tenía aspiraciones de postularse en Primero Justicia y aquí vemos un hecho notorio: una pretensión, una aspiración política que es perjudicada por Hergueta. Él sintió tanta presión y es cuando llama a José Rafael Pérez Venta», agregó.
Este crimen, explicó el ministro, se basa en la metodología lavado de dólares, hampa paramilitarizada, política y narcotráfico, metodología a la cual pertenecía Pérez Venta, quien confesó que además de Hergueta tenía «otros blancos» que atacar durante este mes, todos ellos por encargo.
El asesinato de Liana Hergueta ocurrió el pasado 6 de agosto en el apartamento número 605 del edificio Isnotú, en Caracas, espacio que durante los hechos de las guarimbas fue utilizado por su propietario —cuyo nombre y apellido son datos que se reserva la policía científica— para captar y entrenar a personas durante las acciones de calle de las guarimbas.
«Tenemos ubicado al propietario de este edificio y encontramos que esta fue la persona que durante las guarimbas se encargaba del sistema logístico, y ubicaba a personas», ratificó González López.
UN AÑO ANTES
Carlos Eduardo Trejo Mosquera conoció a Liana Hergueta en febrero de 2014. Trejo participaba en las guarimbas (acciones violentas) como un supuesto estudiante defensor de los derechos humanos y durante una falsa huelga de hambre, forma adoptada por la derecha para generar presión y alimentar la campaña mediática contra el gobierno democrático del presidente Nicolás Maduro, recibió en diferentes ocasiones agua y alimento por parte de Hergueta, quien brindaba apoyo logístico.
«Ella les llevaba agua, comida, mientras veía cómo entre esos muchachos se intercambiaban dólares. Fue entonces cuando se les ocurrió hacer una permuta, ofreciendo un millón 340 mil bolívares por la cantidad de 5.000 dólares. Él no tenía una cuenta para este depósito y le solicitó a un tercero —ubicado en la ciudad de Valera, estado Trujillo— una cuenta bancaria en donde se hicieron cinco depósitos que dan la suma total de un millón 340 mil bolívares», explicó.
Meses después, al sufrir los efectos que la campaña que Hergueta había emprendido por redes sociales acusándolo como estafador, Trejo Mosquera decide contactar a Pérez Venta para acordar el asesinato de Hergueta a cambio de una fuerte cantidad de dinero. Es Trejo Mosquera quien le proporciona al victimario los datos y el número telefónico de la occisa.
«La señora Liana Hergueta, antes de ingresar al edificio —aproximadamente a las 3:00 de la tarde del jueves 6 de agosto— envía un mensaje de voz a su hermana donde le alerta de que le parece muy extraño este encuentro y que presiente que es una trampa», agregó el ministro.
Pérez Venta introduce a Liana Hergueta al edificio Isnotú con la excusa de que él también fue estafado por Trejo Mosquera, y le ofrece a la dama dar juntos con su paradero. Una vez adentro, Hergueta recibe una descarga eléctrica que la inmoviliza, y su victimario da inicio a una serie de torturas y vejaciones que dan con su muerte.
Durante el encuentro con los medios de comunicación, el ministro mostró los elementos que causaron la muerte de la dama, entre ellos le cuchillo con el cual descuartizaron a la occisa, y con el cual le cortaron la cabeza, las manos y los pies. Cada una de estas partes fue envuelta en bolsas negras, mientras que el resto del cuerpo fue a parar al maletero del vehículo de la víctima.
«Pensaron en tirar el cuerpo en El Hatillo», expresó el ministro, quien explicó que ante la presencia de muchas personas en la calles, Pérez Venta decidió dejar el vehículo abandonado en la calle Los Manolos, en la avenida Andrés Bello, en Caracas, donde un día después fue hallado por funcionarios de la policía del Centro de Investigaciones Penales Científicas y Criminalísticas (Cicpc).
La metodología lavado de dólares, hampa paramilitarizada, política y narcotráfico ha sido aplicada por bandas criminales presentes en el país que además interactúan por redes sociales, donde son contactadas por sujetos como Carlos Eduardo Trejo Mosquera para cometer delitos por encargo.
El ministro explicó que a través de los Operativos de Protección y Liberación del Pueblo (OLP), se avanzará en la desarticulación de estas bandas, a partir de la formación de funcionarios como el Cicpc que en un periodo muy corto han logrado dar con el paradero de los asesinos de Hergueta, quienes permanecen privados de libertad.