Expertos del Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Estados Unidos, mantienen la vigilancia sobre el huracán Humberto, la tormenta tropical Gabrielle y dos disturbios en el área del Caribe con probabilidades de desarrollo en los próximos días.
A las 11.00 hora local, el centro de Humberto fue estimado en los 16,7 grados de latitud norte y los 29,1 grados de longitud oeste, a 550 kilómetros al oeste de las islas de Cabo Verde. Sus vientos máximos son de 130 kilómetros por hora y se mueve al norte a 15 kilómetros por hora, señala el CNH.
Humberto, que fuera la octava tormenta tropical de la actual temporada ciclónica del Atlántico norte, Golfo de México y Mar Caribe, es el primer huracán del período ciclónico.
Por su parte, la tormenta Gabrielle se ubicó a en los 32,5 grados de latitud norte y 65,9 grados de longitud oeste, a unos 105 kilómetros oeste noroeste de islas Bermudas. Mantiene vientos máximos de 75 kilómetros por hora y avanza a seis kilómetros por hora.
Gabrielle se formó la semana pasada en el noreste del Mar Caribe, causando precipitaciones en Puerto Rico mientras avanzaba hacia el Atlántico, pero se disipó rápidamente. Luego se regeneró durante el pasado fin de semana y se convirtió nuevamente en tormenta tropical la víspera.
También el CNH indica que una gran área de nubosidad se extiende sobre el noroeste del Mar caribe y la península de Yucatán, asociada a un área de baja presión. Este disturbio se moverá sobre tierra pero tiene un 40 por ciento de probabilidad de convertirse en un ciclón tropical en las próximas 48 horas. Lluvias fuertes y vientos en ráfagas pueden afectar Belice, Guatemala y la península de Yucatán.
Otra zona de aguaceros asociada a una amplia área de baja presión se observa al este de las islas de Sotavento, y pudiera tener algún desarrollo en los próximos días.
El pronóstico para este 2013 es de entre 13 a 20 organismos tropicales con nombre, de los cuáles una cifra situada entre siete y 11 llegarán a ser huracanes.
Expertos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) consideran que de los huracanes previstos, algunos podrían ser de gran intensidad, y alcanzar categoría tres, cuatro o cinco, en la escala Saffir-Simpson.
Factores climáticos como el aumento de la temperatura del mar, y la ausencia del fenómeno «El Niño», que facilitan la formación de ciclones, así como la fortaleza del monzón en África occidental, fueron tomados en cuenta a la hora de realizar las predicciones, indicaron expertos.