Familiares y amigos rindieron homenaje a este revolucionario latinoamericano|Ignacio Laya: Convit dijo que Granado llegó al leprosorio de La Guaira “como caído del cielo”

Con el conversatorio Viajando con el Che Granado ayer se conmemoraron los 93 años del natalicio de Alberto Granado. Su hijo, un hermano del Che y varios amigos del escritor, científico y compañero de viaje de Ernesto Che Guevara ─fallecido en 2011─ compartieron sus recuerdos con el público el pasado jueves 6 de agosto en la Casa de Nuestra América José Martí.

Ignacio Laya, Presidente de la Fundación Cátedra Flotante de Venezuela, contó una anécdota que arrojó luz sobre el carácter de la estadía de Granado y el Che en Venezuela: “Luego de recorrer varios países de Sudamérica, se detuvo en La Guaira, para unirse al incipiente ejército que estaba formando el doctor Jacinto Convit con el fin de erradicar de la faz de la tierra una de las enfermedades más pavorosas que ha sufrido la humanidad desde tiempos inmemoriales. La Lepra o Mal de Hansen”.

Laya dijo que Convit recordaba que el Che y su amigo Granado “venían de recorrer los leprosorios de varios países de Sudamérica y estaban muy interesados en conocer el trato digno que le brindamos en Cabo Blanco a los enfermos de Hansen que eran tratados en toda la región peor que presidiarios: encadenados, con cadenas y cepos y para su llegada ya habíamos superado esa situación tan denigrante y estigmatizante”.

“Granado cayó en Cabo Blanco como del cielo, pues estábamos urgidos de bioquímicos para enriquecer los fármacos utilizados en ese tiempo muchos de ellos de dudosa efectividad como el Chalmougra, el más popular de todos”, dijo Laya citando a Convit.

EL VERDADERO LEGADO

De acuerdo con el testimonio de Laya, Covit animó al Che a culminar sus estudios de medicina. Citó “una conversación entre Convit y el poeta Ángel Alfonso Barrios”, en la que el sabio habría dicho: “Guevara, con grandes destellos de gran inteligencia en los ojos aceptó mi propuesta de culminar sus estudios de medicina, y cumplió. Hoy pertenece a la historia grande latinoamericana, es un icono revolucionario y llevó sus conocimientos médicos a la caribeña República de Cuba. Granado nos dio un apoyo muy grande, pero hubo de ir a cumplir otras tareas humanitarias en su otra nación, que es Cuba”.

“El verdadero legado, el no tan oculto, es la gran influencia de Granado en la personalidad de Ernesto Guevara de La Serna y sus aportes a las ciencias médicas cubanas, donde se le honra con un monumento en la Universidad de Santiago de Cuba. Yo admiro la gratitud del pueblo cubano y de Venezuela al reconocer y difundir la vida y obra de estos dos próceres inseparables” afirmó Laya.

Alberto Granado Duque, informó que “estas actividades se realizan en homenaje al Comandante Eterno Hugo Chávez Frías, al Comandante en Jefe Fidel Castro y a Alberto Granado, mi padre, quien hace un viaje épico por América Latina con su amigo Ernesto Guevara, que más tarde se convirtiera en el Che”.

OTRA LATINOAMÉRICA

Alberto Granado Duque explicó el conversatorio abordó la vida de su padre, “especialmente los ocho años que vivió en Venezuela desde 1953”. Señaló que “en ese tránsito a la Revolución Cubana, trabajó incansablemente en el leprosario de Cabo Blanco en La Guaira, junto al médico venezolano Jacinto Convit, en busca de alivio para esta enfermedad”.

Granado Duque explicó que “el continente latinoamericano tiene, en la actualidad, una visión diferente a la que de los años 50 y 60”, cuando su padre y Ernesto Guevara de la Serna emprendieron su viaje por el cono sur, que los trajo hasta Venezuela.

«Es una Latinoamérica diferente, unida. Una Latinoamérica que ha logrado parte de su independencia y que ya no tienen miedo de decirle al imperio todo lo que hay que decirle. Por eso han resistido todos estos proyectos sociales y por esto seguirán resistiendo. Por eso, Venezuela, duélale a quien le duela, le guste a quien le guste, continuará hacia delante en este proyecto de lograr su verdadera independencia», sentenció.

HERMANO

Gregorio, segundo de los hermanos del “che” recordó que él y su hermano Tomás fueron “los encargados de dar vida a una una moto maltrecha que luego se convirtió en La Poderosa”, en la cual “aquel día de diciembre de 1951, Alberto y Ernesto salieron a recorrer América Latina”.

“Lástima que les haya durado tan poco, pues entrando a Chile, por el sur, la estrellaron contra un árbol, y ahí mismo terminó el viaje en la moto, que en realidad duró cinco provincias argentinas y un pedacito del otro país. Creo que ese percance hizo más rico el periplo, porque se fueron rodando en camiones, en barco, en balsas, en avión y autobuses; viviendo las aventuras conocidas, aprendiendo la realidad de un continente sufrido que les hizo madurar sus conciencias”, recordó Guevara.

COMPAÑERA

Delia Duque, esposa de Granado desde el año 1955 comentó que trabajaba en el leprosorio como enfermera cuando este se le declaró. “Fue un noviazgo intenso, de tres meses, porque enseguida nos casamos”, relató.

“Desde entonces, mi vida fue al lado de él, en cualquier sacrificio, en cualquier victoria, hasta el último día. Viví su alegría contagiosa, sus tristezas, la emoción con que un día llegó dispuesto a recoger, a dejarlo todo por irse a Cuba; la tierra donde se estaba realizando exactamente la sociedad que él había soñado, y además, donde estaba entre los líderes su queridísimo amigo Guevara, ya conocido como el Che.”

“UN VERDADERO SOCIALISTA”

El internacionalista Edgardo Ramírez, exministro y exembajador de Venezuela en Cuba, expresó que “Alberto Granado representa una expresión de vida, alegría, pensamiento y acción”.

“Granado es un verdardero socialista que durante su vida abrazó el verdadero espíritu del socialismo que es llevar a la práctica la teoría mediante la lucha revolucionaria. Jóvenes quienes se venían forjando con los sueños e ideales de justicia y libertad del Libertador Simón Bolívar”.

T/Luis Yáñez
F/Joel Aranguren