El maestro Jorge Medina lleva más de tres décadas dedicado a la fabricación de instrumentos en el estado Anzoátegui. Sin pedir nada a cambio, este artesano le transmitió sus conocimientos a otros para que con sus manos continúen el oficio, como el ebanista Alexis Guevara Rodríguez, quien desde hace cinco año hace cuatros, mandolinas y guitarras. Ambos, profesor y alumno, gracias a ese amor con el que elaboran productos de calidad, fueron acreditados junto a un centenar de creadores por el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) con el título de Constructores de Sonido.
Los luthier Jorge Medina y Alexis Guevara Rodríguez recibieron su diploma en un acto que se realizó la noche del martes en la Sala José Félix Ribas del Teatro Teresa Carreño, donde en total se entregaron 110 títulos a artesanas y artesanos de Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Falcón, Lara, Mérida, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Vargas y Yaracuy.
En los diplomas del Inces se señala que se trata de una “acreditación y certificación de saberes empíricos y académicos por haber potenciado o adquirido conocimientos, habilidades, destrezas, valores y actitudes en la Construcción de Sonidos”. Cada certificado entregado fue suscrito por los titulares de las carteras de Cultura, Fidel Barbarito y de Ciencia, Tecnología e Innovación, Manuel Fernández, además del presidente del Inces, Luis Berrizbeitia.
“Lamentablemente en gobiernos pasados no nos habían reconocido y esto (el certificado) nos va a ayudar a impulsar y a realizar instrumentos para seguir apoyando la cultura y nuestra identidad”, celebró Guevara Rodríguez.
Para obtener el certificado del Inces, el artesano contó que debieron presentar una prueba escrita sobre a aspectos teóricos como los tipos de madera y las medidas estándar de los instrumentos. La segunda prueba fue práctica y demostrativa de las habilidades en el proceso de fabricación.
“Cada estado tiene una manera distinta de armar su instrumento, de cómo fabricarlo”, acotó Guevara Rodríguez.
SALDO ORGANIZATIVO
El reconocimiento del Inces y del despacho de Cultura a las y los luthier es el resultado de sendas reuniones de las artesanas y los artesanos que se realizaron este año en Bailadores, estado Mérida y en Tunapuy, Sucre, donde nació formalmente la Red de Constructores del Sonido, una organización que agrupa al sector y se ha articulado con instituciones del Estado para obtener beneficios.
Para Guevara Rodríguez la acreditación del Inces es el abre boca de otros proyectos para el desarrollo de la industria artesanal dedicada a los cuerpos sonoros.
“Se tiene pensado hacer muchos cuatros, es una labor muy importante ya que en los gobiernos pasados no se reconocía al luthier para la fabricación de instrumentos sino que se compraban en China u otro país, nos tenían negriados, no nos tomaban en cuenta”, criticó.
Para el maestro luthier Alexander Paredes, vocero nacional de la Red de Constructores de Sonido, más que un logro del gremio, la acreditación del Inces es un logro de la Revolución. “El año que viene vamos a continuar, vendrán otras oleadas para todo el que se quiera acreditar, no solo para los instrumentos de cuerdas, sino también percusión, etcétera”, adelantó.
Paredes destacó además que el certificado del Inces les abre las puertas de la internacionalización a las artesanas y los artesanos, que ahora cuentan con un respaldo académico del Estado venezolano.
El vocero de la Red de Constructores de Sonido dijo que para 2014 organizarán seminarios especializados sobre la elaboración de distintos instrumentos, nuevos encuentros, exposiciones y buscarán becas para que artesanas y artesanos venezolanos puedan estudiar Luthería en la Universidad de Nacional de Tucumán, en Argentina u otras casas de estudio.
En el acto estuvieron presentes el viceministro de Cultura para el Desarrollo Humano, Néstor Viloria; el viceministro de Formación para la Ciencia, Tecnología e Innovación, José Luis Berroterán; la presidenta del Centro Nacional de Artesanía, Aracelis García y el presidente del Inces, Luis Luis Berrizbeitia.
POR LA GRACIA DIVINA
A sus 61 años, el maestro luthier Luis Pérez ha dedicado tres décadas a la fabricación de cuerpos sonoros de madera, especialmente de cuatros, que son tocados por artistas de la talla de Cheo Hurtado, Carlos Capacho y Miguel Siso. Este artesano de San Félix, estado Bolívar, fue uno de los creadores acreditados la noche del martes por el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) como Constructor de Sonido.
Pérez aseguró que antes de hacer su primer instrumento musical nunca había visto a nadie elaborando otro, ni había estudiado para hacerlo. “La Biblia dice que Jehová da la sabiduría y que de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. Proverbio 2, 6”, argumentó.
Además de cuatros, el artesano elabora en su taller una amplia variedad de instrumentos de cuerda como guitarras, mandolinas, charangos, cuatros puertorriqueños, tres cubano, arpas, guitarrones y “lo que pongan en mis manos”.
Acompañado de su hijo, Luis Pérez, de 31 años de edad, el luthier puede hacer hasta 200 cuatros en un mes. El descendiente del maestro se inició en el oficio a los 6 años.
UN AUTODIDACTA
Agustín Rivas Sosa es un carpintero que también se dedica a fabricar instrumentos musicales. En su taller, ubicado en San San Jacinto, estado Mérida, elabora instrumentos de cuerdas como guitarras, mandolinas y cuatros.
“Aprendí la carpintería solo y a hacer todo solo”, aseguró el maestro de 68 años de edad que fue acreditado por el Inces como Constructor de Sonido.
“Ahora es que nos han tomado en cuenta, eso me anima mucho a seguir adelante con el poco de años que tengo, para enseñar y seguir con otros muchachos, claro, les enseño a mi manera porque no tengo ningún grado de instrucción”, agregó.
Rivas Sosa también elabora el guitarramandolín, un instrumento siamés elaborado con pardillo. Explicó que solo se toca uno de los instrumentos por vez. Otras variedades son guitarra-requinto y la guitarpola (cuatro cuerdas de bandola-cuatro cuerdas de arpa).
El artesano admitió que se le ocurrió desarrollar esta iniciativa de instrumentos siameses luego de observar un programa de televisión en el que vio una guitarra eléctrica doble.