Red Afros|Inclusión en Revolución (Temática)

“¡Viva la negritud, viva la afrovenezolanidad!”. Palabras de nuestro comandante Hugo Chávez Frías, refiriéndose al pueblo afrodescendiente en Venezuela.

Las negras y los negros afrodescendientes andamos en busca de escenarios para expresarnos, de caminos por donde podamos cabalgar juntos hacia la liberación. La Revolución Bolivariana persigue la construcción de una sociedad en la que imperen la justicia y la igualdad. Un aporte para esta liberación lo constituye el formar a un ciudadano consciente de la necesidad del colectivo, un ciudadano solidario y respetuoso del otro. Ser respetuoso de la alteridad implica respetar las denominaciones, definiciones y reconocimientos que los individuos, comunidades y pueblos hacen de sí mismos en función de unirnos para erradicar la discriminación racial y el racismo de la faz de la Tierra. Implica dejar a un lado las posiciones individualistas y subjetivas, deponer actitudes intransigentes y recalcitrantes, y hacer acuerdos expresos de intentar la objetividad centrando los esfuerzos en una meta de mas largo alcance como lo es la lucha contra la discriminación racial.

Entre los propósitos tácitos que nos deja la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, que tuvo lugar en la ciudad de Durban (Sudáfrica), en 2001, está posicionar el concepto de “afrodescendientes”.

AFRODESCENDENCIA

El concepto de afrodescendientes fue establecido como identidad para reivindicar los derechos de los pueblos descendientes de las personas robadas al continente africano en la época colonial y traídas a América para trabajar en condiciones de esclavitud.

Enfatizamos el hecho de que el concepto en cuestión fue adoptado por la Conferencia, por los gobiernos signatarios, no por los pueblos, no por la gente. Debe hacerse un trabajo profundo para el auto-reconocimiento de las nietas y los nietos de los esclavizados como afrodescendientes, sin caer en posturas excluyentes o descalificadoras de las denominaciones que las personas y pueblos hacen de sí mismos.

La premisa de que no hay que usar el término “negro” porque nos lo impuso el colonizador se cae ante el primer análisis concienzudo. Pensemos: el nombre de África ¿no es de origen griego? Y eso de cimarrón ¿no nos lo encajó el colonizador comparándonos con animales fugados? ¿Y nuestros apellidos? ¿De dónde vienen? Si borramos el “negro” ¿está solucionado el problema? ¿No será que habrá que luchar mas bien contra el racismo, la discriminación racial, la pobreza y la exclusión de las cuales siempre hemos sido víctimas activa, pasiva, violenta, solapada, agresiva o cariñosamente?

¿POR FIN: NEGRO O AFRO?

En Venezuela y Nuestramérica se está enarbolando la bandera del autoreconocimiento para combatir la discriminación pero ver la afrodescendencia y la negritud como dos cosas opuestas es un coartada del enemigo y no podemos quedar entrampados en la discusión de cómo nos “debemos” llamar.

No se debe centrar el asunto en si somos negros, afrodescendientes o morenos, sino en asumirnos políticamente como un grupo que lucha en contra de los actos discriminatorios que se dan en todas las sociedades.

Las razones por las cuales la sociedad discrimina racialmente están estrictamente vinculadas con la pigmentación de la piel y las características fenotípicas. Morenas y morenos, mulatas y mulatos, negras y negros tomamos la afrodescendencia como bandera política que nos permitirá luchar contra ese flagelo que aun hoy día aqueja a la humanidad: el racismo.

Reconocemos a África como nuestra Madre Patria, nos sentimos orgullosos del legado africano, procuramos la reparación de los daños causados por la larga experiencia de la esclavitud, nos plantamos en el logro de reivindicaciones que permitan que nuestros pueblos y comunidades afro superen las condiciones sociales marginales que les fueron asignadas y que cada individuo pueda liberarse de la esclavitud mental a que siguen siendo sometidos la mayoría de nuestros hermanos pigmentarios.

UNA IDENTIDAD

Es urgente y necesario desarrollar el orgullo, el autorreconocimiento y el sentimiento de pertenencia afro que los uruguayos han definido muy bien en esta frase: “Es cómo sientes y vives tu negritud, con los aspectos históricos, herencias culturales, sociales y espirituales que identifican a la comunidad afrodescendiente”. El vulnerable debe dejar de serlo y eso se logra en parte con campañas, medidas o acciones afirmativas para aumentar la autoestima y promover su plena integración en la sociedad en condiciones de igualdad.

El endorracismo es la consecuencia mas nefasta de una larga historia de dominación. Cuando nos reconozcamos como lo que somos, la vergüenza étnica comenzará a ser una leyenda.

T / Beatriz Aiffil