Por Ramón Alirio Contreras|La independencia (Opinión)

Es extraño que Venezuela, forjadora de la libertad del continente, no celebre la fiesta patria como eso, una fiesta. En otros países es el equivalente a lo que hacemos acá en Navidad, fecha que para nosotros es más importante. Esa apatía, heredada por la Revolución, es producto de la neocolonización que vivimos y la visión de que es un tema esencialmente militar. El asunto es que el 5 de julio no pasa de ser un desfile militar más, que se repite año tras año, pero que no es apropiado por la gente. No se trata de cuestionar el desfile, porque es natural que este tipo de actos se realicen, sino de que no debería ser lo único.

Uno ve en otro países como Chile, México y hasta el mismo Estados Unidos, que la fiesta de la independencia es un asunto de la familia, que reúne a la gente en torno a su gastronomía y bailes, es decir, su cultura. En el caso que más conozco, el chileno, septiembre entero es una fiesta, desde el 1 arranca la cueca, la empanada y el asado el 18 y 19, la fiesta de Parque O’Higgins, las comidas en los trabajos, tal como lo hacemos en Navidad acá.

Tan gris es el 5 de julio que en las escuelas no hacen actos del Día de la Independencia, a lo sumo una cartelera que nadie lee, más allá de las letras grandes que anuncian las fechas. Pero ni si quiera se le asignan tareas especiales a los niños, pues ya estamos en fecha prevacacional y los intereses son otros.

El bicentenario, por ejemplo, tuvo algunos amagos, pero nos quedamos en el logo y algunos actos culturales puntuales, obras de teatro, etc.

Es cierto que en Revolución nos hemos ido apropiando de la historia, especialmente de la mano del Comandante, que en cada alocución nos daba clases de extraordinarias de historia. Falta pues que, desde las escuelas y desde las prácticas culturales, demos a nuestra independencia un sentido nacional que trascienda el ritmo marcial de un contingente de mujeres y hombres en un muy bien planificado desfile.

Hay que seguir reforzando la génesis de lo que somos como pueblo, como Nación que recorrió el continente llevando libertad. Hoy tenemos nuevos derroteros, nuevas luchas para conquistar nuestra independencia real y definitiva.

@aliriocontreg

Acá en México, las fiestas patrias empiezan el 1 de septiembre con mariachis, trajes típicos y comida tradicional como el pozole o los chiles en nogada, además que en cada esquina puede uno adquirir una bandera de México, sin embargo es triste que se tergiverse el pensamiento de personajes como Miguel Hidalgo y José María Morelos, quienes querían una independencia verdadera de México.