La India y Australia planean negociar y suscribir en marzo próximo un pacto en materia de energía nuclear civil, anunciaron este lunes los respectivos ministros de Relaciones Exteriores, Salman Khurshid y Bob Carr.
«Las autoridades de los dos países trabajarán para concluir un acuerdo que permita exportar uranio australiano a la India», dijo Carr en conferencia de prensa conjunta con su anfitrión, quien aseguró a su vez que las partes actuarán con «un sentido de urgencia, pero también de responsabilidad».
Hasta hace poco Canberra había mostrado reticencias a vender el estratégico material al gigante asiático por su negativa a firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), pero al parecer las dejó de lado durante la visita que cumplió aquí en octubre la primera ministra Julia Gillard.
Ambas naciones celebraron este lunes la octava edición de su diálogo-marco, encuadrado en la asociación estratégica bilateral, con la intención de potenciar las relaciones comerciales y de cooperación, así como discutir temas de la agenda regional y mundial.
Khurshid y Carr, quienes encabezaron las conversaciones, coincidieron en que las relaciones indo-australianas se basan en intereses comunes y el beneficio mutuo en las áreas políticas y de seguridad.
Apuntaron, en ese sentido que las delegaciones debatieron asuntos como el apoyo a Afganistán, la seguridad marítima en el océano Índico, el combate al terrorismo y la necesidad de ampliar el diálogo sobre seguridad cibernética.
La India es una parte clave del futuro de Australia en el Siglo de Asia, nuestros intereses están convergiendo cada vez más, aseveró Carr.
Khurshid, por su parte, celebró que «nuestra asociación estratégica ha crecido en fuerza y ampliado su alcance» y afirmó que los dos países seguirán esforzándose por aprovechar las enormes oportunidades que aún reserva la cooperación bilateral.
Uno de los objetivos del diálogo-marco es fomentar el comercio bilateral, que el año pasado sobrepasó los 21 mil millones de dólares, y aumentar las inversiones mutuas, que rozan los 11 mil millones y medio de dólares, en su inmensa mayoría del gigante asiático en la isla-continente.