El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, admitió este viernes haber fallado en su intento de convencer a la República de la India para que se sume al embargo petrolero y las sanciones contra la República Islámica de Irán.
Al concluir la decimosegunda cumbre entre la nación surasiática y la Unión Europea (UE), Van Rompuy dijo que no hubo acuerdos respecto al tema de las sanciones, y que si en algo coincidieron las partes, fue en la necesidad de reanudar las conversaciones con Teherán sobre su programa nuclear.
«Tenemos al menos una línea común, la de encontrar una solución por la vía diplomática. Tenemos que negociar sobre el programa nuclear de Irán«, dijo.
Van Rompuy insistió, empero, que «para lograr ese resultado (forzar a la nación persa a abandonar su supuesto programa nuclear de fines militares) se hace necesario ejercer más presión sobre Irán, imponerle más sanciones».
En una conferencia de prensa anterior, el primer ministro indio, Manmohan Singh, dijo que el problema debe resolverse por la vía diplomática, pero reiteró que su país continuará comprando petróleo iraní. «Irán es un vecino cercano. Es una fuente importante de nuestra energía«, recalcó.
En vísperas de la cumbre, el secretario de Comercio, Rahul Khullar, anunció que una numerosa delegación de funcionarios y hombres de negocios indios viajará a Teherán el próximo mes para promover las exportaciones a ese país, necesitado de reorientar sus mercados ante las sanciones de Estados Unidos y la UE.
«La India considera que se ha abierto un amplio margen para aumentar las exportaciones a Irán», declaró Khullar.
Nueva Delhi aprecia considerables posibilidades de ventas al estado persa en rubros como té, trigo, arroz, medicamentos y productos farmacéuticos, hierro y acero, tuberías metálicas y proyectos de fibra de densidad media.
Aunque Khullar no dio más detalles, fuentes oficiales calculan en ocho mil millones de dólares el nicho que tiene ante sí la comunidad exportadora de la India, una suma casi similar al vacío dejado por otras naciones, incluidos Estados Unidos y Europa, en virtud de las sanciones contra Irán.
El gobierno indio estima que, a diferencia de las medidas aprobadas por Naciones Unidas, las sanciones impuestas por Washington y Bruselas son unilaterales, con lo que no violaría ninguna norma internacional si fomenta su comercio con Teherán.
Reluctante a plegarse a la campaña, la India anunció esta semana que pagará en rupias el 45 por ciento de sus importaciones de crudo iraní.
La decisión llegó al cabo de casi un mes de negociaciones entre los dos países, interesados por igual en encontrar opciones mutuamente aceptables para eludir el embargo petrolero.
Nueva Delhi y Teherán están considerando otras modalidades para que la primera pueda pagar el 55 por ciento restante de sus importaciones del crudo.
El aumento de las exportaciones de productos indios pudiera ser una de las opciones, pero también se maneja la posibilidad de realizar inversiones indias en proyectos iraníes relacionados con la industria petrolera, la minería y la construcción de carreteras y vías férreas.