Indígenas de diversos países latinoamericanos, reunidos en Quetzaltenango, al noroeste de la Ciudad de Guatemala, sostuvieron que en ese país hubo genocidio, mientras instaron a la Corte de Constitucionalidad a actuar con imparcialidad en el caso judicial contra el expresidente de facto Efraín Ríos Montt.
A través de un comunicado, explicaron que durante el conflicto armado interno (1960-1996) se cometió genocidio contra pueblos originarios, especialmente contra los ixiles, etnia del norte de Guatemala, durante el gobierno del general Ríos Montt.
«Demandamos a la Corte de Constitucionalidad que cumpla su papel de ser imparcial y resuelva, conforme a los estándares internacionales de los Derechos Humanos, para que se haga justicia y se termine con la impunidad», indicó el texto.
La jueza Carol Flores resolvió anular el proceso contra Ríos Montt cuando estaba por concluir el juicio oral y público por genocidio y delitos de lesa humanidad cometidos junto a su antiguo jefe de inteligencia José Rodríguez.
Referidos a los asesinatos perpetrados por el Ejército contra los ixiles, manifestaron su solidaridad con ellos «pues lo ocurrido en esas tierras (el denominado triángulo ixil en El Quiché) fue y sigue siendo una constante violación de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas».
Expresaron indignación por el secuestro permanente de la justicia por parte de la oligarquía que, según ellos, paralizó el debate del caso de genocidio y favoreció a los procesados.
Denunciaron que el Estado guatemalteco responde con represiones, persecuciones, secuestros, criminalización, asesinatos y encarcelamientos de forma arbitraria a lideresas y líderes de los pueblos.
Al respecto recordaron la masacre de Totonicapán, donde seis campesinos fueron ultimados a manos de militares en octubre pasado durante una manifestación pacífica. También consideraron que lo anterior demuestra la continuidad de las masacres cometidas durante la guerra civil guatemalteca.
Ambos exmilitares son señalados por el Ministerio Público de ser los autores intelectuales del asesinato de mil 771 ixiles durante el gobierno de facto encabezado por aquel de marzo de 1982 a agosto de 1983.
El mandatario de Guatemala, Otto Pérez Molina, y varios exvicepresidentes y exministros de Guatemala han negado que haya ocurrido genocidio en este país centroamericano y han advertido que hablar de ese término en el juicio contra Ríos Montt podría polarizar y afectar el proceso de paz en el país.
La polémica en torno al juicio por genocidio que se le sigue al exgobernante de facto, Efraín Ríos Montt, continúa en Guatemala, mientras el máximo tribunal en materia constitucional evalúa si continúa el proceso o se anula.
El debate público del histórico proceso, el primero por genocidio en este país centroamericano, fue abierto el pasado 19 de marzo y suspendido de manera provisional justo un mes después, el 19 de abril.
Las declaraciones de grupo que niegan o sostienen que hubo genocidio en el pasado conflicto armado interno en Guatemala (1960-1996) se repiten, con lo que aumenta la polémica y la polarización relacionada con el juicio.