La noche de este miércoles|Indignados paraguayos chocan con policías

Alrededor de 500 indignados paraguayos volvieron esta noche a la Plaza de Armas, frente al Congreso Nacional para protestar contra lo que denominan legisladores corruptos y tuvieron un choque inicial con la policía.

Los manifestantes, autoconvocados mediante las redes sociales, desafiaron la baja temperatura y la llovizna para reclamar que, en la última sesión de la actual Cámara de Diputados, se aprobara la creación del Metrobús para mejorar el transporte en esta capital.

Sin embargo, la sesión del órgano legislativo dejó la ultima decisión sobre el tema para el nuevo Parlamento electo en los comicios del 21 de abril y el cual tomarà posesión este domingo.

Ello provocó que algunos manifestantes trataran de sobrepasar las vallas colocadas por la policía a un costado del edificio y fueran reprimidos por agentes antimotines desplegados en el lugar.

Los indignados aseguraron que volverán mañana a la misma plaza en ocasión de la última sesión del actual Senado, pero agregaron la mayor concentración será el próximo domingo durante la toma de posesión de los senadores y diputados electos.

El movimiento de indignados está compuesto por una serie de organizaciones sociales sin vinculación con partidos políticos y bajo la consigna de movilización por un Paraguay mejor, según sus organizadores.

Texto / Prensa Latina

Un indignado en cualquier parte del globo terráqueo, asume libertariamente la política anti globalizadora. ¿Por qué? Porque la Globalización, solo busca que las economías de los países poderosos estén permanentemente subsidiadas, por los países sin tecnologías propias y sin independencia económica.

¿Qué hacer? Cada País sometido por las garras del capital trasnacional, debe impulsar una novedosa Constitución, para redefinir las condiciones de la participación de éste en la economía mundial, ponderando las ventajas que cada tratado le brinde a sus nacionales y que han de sustentarse a través del tiempo.

Eduardo Galeano ejemplificó las formas históricas de la dominación de un modelo llamado neoliberalismo salvaje, por su feroz forma de producir miseria y aniquilar vidas; de allí la necesidad que tienen los Países del Sur de integrar políticas a la luz del derecho internacional, para ponerle un parao al gran capital. Integración que sólo se dará con gobiernos genuinamente progresistas.