La ocupación temporal de la industria automotriz por el Gobierno Bolivariano y otras de diversos sectores de la economía han creado las condiciones para el debate a profundidad de la volatilidad de los precios, la tendencia inercial de la inflación y la tasa de ganancia.
Los casos que han reportado las autoridades, después de las inspecciones y fiscalizaciones a negocios y cadenas, indican que de una universo de más de 1.600 establecimientos supervisados, en cerca de 99% se ha conseguido irregularidades.
Plantear un debate requiere de datos, casos concretos, tal como lo hicieron los fiscales gubernamentales para documentar la irregularidades. Estos serán un importante material para el análisis del fenómeno inflacionario en el país.
No porque sean nuevos o porque no eran conocidos por la sociedad, lo novedoso es que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro tomó la decisión de ponerlos en el tapete, aunque el ambiente preelectoral se presta para desviar la atención del tema de fondo.
La relación directa entre volatilidad de los precios y los márgenes especulativos de ganancia es un aspecto fundamental para comprender el fenómeno inflacionario en el país. Pero esto no se puede evaluar sin considerar el proceso económico, las condiciones estructurales y la situación histórica.
Asumir esquemas teóricos de una sociedad desarrollada y de una formación social capitalista no resultará provechoso si no se considera el momento histórico y las condiciones materiales de producción.
Esto no debe confundirse tampoco con desconocer la teoría económica y el conocimiento que esta disciplina ha acumulado durante siglos.
En la economía hay una teoría y praxis que no se debe eludir; al contrario, se debe considerar a la hora de tomar decisiones.