Iniciada hace un mes y medio|Intervención francesa en Mali ha costado 100 millones de euros

Más de 100 millones de euros ha costado la intervención militar francesa en Mali iniciada hace un mes y medio, según lo admitió este martes el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.

Francia decidió el pasado 11 de enero iniciar la denominada Operación Serval en su antigua colonia con el alegado propósito de combatir a grupos extremistas y desde entonces desplegó allí unos cuatro mil soldados.

Además de las tropas, en el teatro de operaciones hay decenas de vehículos blindados, aviones cazas del tipo Rafale, Mirage 2000 y Mirage F1 y otros medios bélicos.

«Hoy podemos estimar en un poco más de 100 millones lo gastado después de mediados de enero», dijo Le Drian a la cadena radial RTL y añadió que las cifras serán presentadas ante la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.

Según el ministro, «los combates entre fuerzas francesas y grupos islamistas han ocasionado la muerte a muchos yihadistas», aunque rechazó ofrecer una cifra precisa de víctimas.

A principios de febrero, el canciller francés, Laurent Fabius, anunció la posibilidad de comenzar a retirar el contingente del país africano en marzo, «si todo marcha según lo previsto».

Sin embargo, en declaraciones publicadas hoy por el diario Le Monde, el senador estadounidense Christopher Coons aseguró que la «estabilización de la situación podría requerir la presencia militar francesa más duradera».

La Unión Europea dio luz verde también al despliegue de otros 500 militares para entrenar y asesorar el ejército maliense.

En declaraciones ante el Parlamento Europeo, el eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer expresó su rechazo a la intervención y advirtió que no existe una solución militar posible a ese conflicto.

De acuerdo con Meyer la estrategia de Francia en el país africano es confusa porque primero dijo que no intervendría, luego habló de una operación limitada y ahora el objetivo declarado es la reconquista total de Mali.

Según el europarlamentario, detrás de la acción está el control estratégico de la zona limítrofe con Níger, donde Francia tiene grandes intereses en las principales reservas de uranio.

Fuente/PL