En los hechos de violencia ocurridos en Venezuela, “se están aplicando el manual FM324 y 325, que desarrolla la escuela de guerra de Quantico (Estados Unidos) cuyo objetivo político a mediano plazo es acabar con el Gobierno bolivariano”. Así lo expresó ayer el investigador del Centro Nacional de Historia y miembro de la Comisión por la Justicia y la Verdad, Adelmaro Barrios, en el foro Causas y Consecuencias del Caracazo.
Manifestó que basta observar los pasos que sectores de la oposición “están llevando a cabo para darse cuenta de que la generación de violencia es un factor perturbador de la tranquilidad pública”.
Sostuvo que dichos manuales se han utilizado en América Latina y muchos lugares del mundo, “con la idea de derrumbar gobiernos populares”. Dentro de ese contexto, aseguró que el Caracazo fue “una operación de terrorismo de Estado, donde se figura una masacre, que es un acto violatorio de todas las convenciones internacionales porque es el uso de la fuerza desmedida”.
En su opinión, en el Caracazo no hubo ninguna pretensión de preservar los derechos humanos; “murieron miles de personas, cuando el Gobierno de Carlos Andrés Pérez anunciaba que eran pocos, núcleos muy pequeños. Esa es una gran mentira. Hubo una masacre extensiva sobre el pueblo venezolano”.
Barrios afirmó que el hecho fue titulado el Caracazo, pero “más bien fue un sacudón, ya que se registro en varias ciudades del país y el mismo patrón se repetía”. El pueblo, añadió, estaba cansado por la presión económica que “ejercían las medidas económicas aplicadas por el Gobierno de Carlos Andrés Pérez. Fundamentalmente por el alza de la gasolina”.
Sostuvo que esa medida económica fue el detonante, porque en realidad había un proceso de degradación social y económica; “el pueblo ya no resistió y reventó en forma de insurgencia popular, sin organización, distinto a la insurrección del 58 y la que en cierta manera hubo en abril del año 2002”.
CIRCUNSTANCIAS DISTINTAS
Sobre el momento actual, señaló que no están dadas las condiciones para que se repitan estos hechos. En ese sentido, subrayó que hoy día el pueblo “está organizado y hay una conciencia social y política sobre la situación del país. Ya se hubiese producido un Caracazo, pero las circunstancias son distintas”.
Al referirse a los acontecimientos violentos ocurridos en el país, afirmó que se trata de “un acto combinado de sabotaje con violencia. Es un plan perfectamente descrito en los manuales”.
El propósito fundamental de ese plan, aseguró, “es generar incertidumbre, desmoralizar la población y quebrar el tejido social que hoy existe en las comunas, los colectivos, en el pueblo organizado, a objeto de que factores bélicos puedan intervenir como comandos y tener como blancos objetivos puntuales”.
HOY EXISTE CONCIENCIA DE PATRIA
Edgar Aponte, profesor de la maestría de Historia de Venezuela de la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos, expresó que el Caracazo fue consecuencia del plan macroeconómico apoyado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Esto trajo un descontento social, cuando en aquel entonces había una serie de teatros de operaciones que estaban dirigiendo las acciones para masacrar la conciencia venezolana”, comentó.
Aponte señaló que esas acciones generaron una reacción de los grupos populares, sociales y profesionales que “acertaron en decirle no al aumento de la gasolina, al manifestar abiertamente el descontento que tenían hacia los gobiernos demagogos producto de un bipartidismo político”.
En su opinión, es necesario revisar los focos se están repitiendo “para desestabilizar el gobierno actual”.