Se está ejecutando una “vigilancia epidemiológica minuciosa”|Investigan causa de muertes por cuadro febril hemorrágico en Hospital Central de Maracay

La manifestación del síndrome febril hemorrágico que hasta el momento ha causado la muerte a 10 personas en Aragua, a una en Carabobo y presuntamente a otra Caracas ha causado diversas reacciones. El Correo del Orinoco se trasladó a la ciudad de Maracay y consultó a voceros gubernamentales, especialistas, familiares de pacientes afectados y al pueblo.

Con mucha convicción, el médico Gerardo Sánchez aseguró que “en el Hospital Central de Maracay (HCM) no existe ninguna enfermedad infectocontagiosa” que haya sido causante de las nueve muertes que se produjeron la semana pasada en este recinto en menos de 72 horas.

Un décimo deceso se habría producido el pasado lunes en el ambulatorio de Turmero, y la víctima, según informaron medios locales, habría sido una niña de dos años de edad, quien presentó un cuadro febril, enrojecimiento de la piel y dolor en las articulaciones.

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Muchos de los pacientes que han presentado fiebre y poseían o poseen patologías crónicas de base, explicó el galeno, muestran una “exacerbación de su cuadro clínico”, lo cual, en su opinión, “pudiera en algún momento contribuir con el fallecimiento de los mismos”.

En las instalaciones del centro hospitalario, donde se desempeña como epidemiólogo, precisó que las imágenes que circulan en las redes sociales sobre la manifestación de estas presuntas enfermedades “son falsas”. Ante lo que el gobernador del estado, Tareck El Aissami y el presidente Nicolás Maduro han calificado como una campaña de desprestigio, Sánchez pidió a la población que confiara en el equipo de especialistas que allí labora.

Confirmó que si de verdad hubiese algún agente patógeno que fuera el causante del fallecimiento de esos pacientes, ellos serían los primeros en denunciarlo. “Nuestro compromiso y nuestra dedicación es brindarles prevención, promoción y atención a todas las personas, de manera individual y colectiva”, asintió.

NORMAL FUNCIONAMIENTO

Héctor Celis

De acuerdo con las declaraciones del epidemiólogo, “el HCM se encuentra funcionando sin ninguna contingencia, ni situación especial, como malsanamente se ha querido difundir”.

El equipo reporteril del Correo del Orinoco pudo constatar, en un recorrido por el nosocomio, que las epidemiólogas y los epidemiólogos que prestan sus servicios profesionales en esa institución se desplazaban por las áreas clínicas sin ningún tipo protección especial, aunque en las afueras del hospital algunos familiares de pacientes y acompañantes si portaban mascarillas o tapabocas.

“A mí me ven entrar a las salas con mis medidas de bioseguridad estándar, usando mi bata blanca. Nosotros estamos trabajando como regularmente lo hacemos”, relató Héctor Celis, otro integrante del equipo de epidemiólogos del HCM.

Dijo que, si por el contrario, la gente viera a los epidemiólogos deambulando por los pasillos del hospital, vestidos con “traje de astronauta”, ahí la situación si estaría complicada. En ese sentido, ratificó que “el hospital se encuentra cumpliendo con su programación normal”.

VIGILANCIA POR LLUVIAS

Gerardo Sánchez

Lo que sí ha variado de un tiempo para acá, acota Gerardo Sánchez, es que ante el inicio de la temporada de lluvias se comenzaron a aplicar los “procedimientos habituales de vigilancia histórica con referencia a los cuadros febriles”.

Sin embargo, recalca que frente la introducción del virus chikungunya en la entidad, se está ejecutando una “vigilancia epidemiológica minuciosa” ante los cuadros que se han presentado o que se puedan presentar. En días pasados la ministra de Salud, Nancy Pérez, reportó que hasta la fecha se han confirmado oficialmente 398 casos de chikungunya y 45.745 casos de dengue en todo el país.

Las muestras tomadas en Maracay, aseveró el especialista, son procesadas únicamente por el Instituto Nacional de Higiene, y en ningún momento estas han determinado casos de meningococcemia o ébola que hayan sido los causantes de algunos fallecimientos dentro del nosocomio.

FIEBRES COMUNES

Manifestó el galeno que “normalmente se realizan canales endémicos que muestran el comportamiento natural de las enfermedades” y que como parte de esa labor, se ha detectado que, “históricamente, los cuadros febriles aumentan entre las semanas epidemiológicas 18 y 22, cuando inician las lluvias en el país”.

La manifestación de una fiebre, ilustra, “puede ser un síntoma o un signo”, por tanto, esta “no es atribuible solamente a epidemias, sino también a cuadros virales, resfriado común, cuadros de deshidratación por diarrea y amigdalitis”, entre otros. El deber ser, asegura, es que todo paciente que la presente sea evaluado por un médico para que este determine la causa real de ese padecimiento.

Adicionalmente, sugirió que ante cualquier cuadro febril, y más si los pacientes tienen patologías crónicas, acudan a los centros asistenciales más cercanos. Enfatizó que estas personas “no deben automedicarse sin contar con una evaluación médica”. Asimismo, exhortó a evitar el consumo de infusiones de plantas que puedan causar intoxicación.

NO HAY MUTACIÓN

Por su parte, Héctor Celis negó que las muertes hayan podido suscitarse debido a una mutación del chikungunya: “Todos sabemos que el virus tiene un comportamiento benigno en el colectivo general”.

Explicó que, si bien es cierto que existen algunos pacientes que tienen comorbilidad o enfermedades de base como la diabetes y la hipertensión, ante un proceso febril es obvio que el paciente pueda descompensarse.

“No es que el virus del chikungunya haya mutado, simplemente existe una condición de salud de base en estos pacientes que por el mismo proceso febril prolongado se menoscaba y hace que estos puedan fallecer”, esgrimió.

El epidemiólogo refiere que no se puede hablar de casos de chikungunya si no se tiene una prueba PCR o IGM por delante, porque así lo establece la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud. Por tanto, alega que lo más correcto es referirse a “casos sospechosos en pacientes que presentan fiebre, artralgia y erupción maculopapular”.

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Dice que, por instrucciones del Ministerio del Poder Popular para la Salud, se priorizó la vigilancia epidemiológica y la toma de muestras para el descarte de chikungunya a las mujeres embarazadas, las niñas y los niños menores de un año, personas mayores de 65 años y los grupos especiales que conforman las y los pacientes con patologías de base.

En el caso de las embarazadas examinadas, revela que de una o dos usuarias que entran a la sala de ginecoobstetricia con el virus, ninguna se ha complicado. “La chikungunya en las embarazadas evoluciona de manera satisfactoria”, asintió.

De hecho, afirma que en el hospital están creyendo que el mismo embarazo tiene un efecto protector, “porque son pacientes que cursan de manera benigna su fiebre, una artralgia leve, una erupción maculopapular y ya al quinto día egresan totalmente sanas”.

Sobre la población infantil, destaca que tras hacer un seguimiento a los recién nacidos cuyas madres han portado el virus, tampoco se han reportado dificultades: “En el histórico de dos meses que llevamos de vigilancia para la chikungunya, no hemos visto complicaciones en ningún bebé”.

EXÁMENES DE ENVERGADURA

Ante el reclamo público por la tardanza en los resultados de las muestras tomadas a las personas fallecidas en el HCM, que fueron analizadas por el Instituto Nacional de Higiene, Celis señala que no se trata de una hematología, sino de “exámenes de gran envergadura” que requieren de cierto tiempo.

“No podemos tener resultados inmediatos desde el punto de vista técnico. Una PCR, que es una reacción de polimerasa, tiene su tiempo para montar, entonces es imposible que una vez que el paciente fallece tengamos los resultados a las 24 horas”, argumentó.

El IGM, que es el otro examen realizado, acota el médico, también se toma su tiempo para los efectos de cuantificación. “Ese es el motivo por el cual todavía no tenemos resultados, porque están en proceso, bien sea de crecimiento, o para montar una explicación, en dado caso que sean virus”, justificó.

NO EXISTEN MUERTES COMUNES

El presidente de la Corporación de Salud del estado Aragua, Luis López, reiteró que las muertes que se produjeron en el Hospital Central de Maracay (HCM) en días pasados no fueron por causa desconocida, ni responden a un mismo padecimiento.

“No existe ninguna muerte común; es decir, ninguna de las personas que lamentablemente fallecieron, perdieron la vida por la misma causa de los otros, son causas totalmente distintas, con enfermedades de base”, argumentó.

Dijo que esta información la han podido determinar gracias a las autopsias practicadas -de acuerdo con los protocolos establecidos- tanto en el hospital como en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por especialistas con gran trayectoria.

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Según el funcionario, entre los primeros ocho fallecidos había personas con leucemia y peritonitis, así como con problemas importantes a escala pulmonar y oncológicos, “quienes lamentablemente no pudieron superar el problema de salud que tenían”.

La novena persona que murió en el hospital, agregó, tenía una enfermedad crónica. “Nuestros patólogos, en conjunto con los del Cicpc, detectaron granulomas en las muestras del pulmón, y esto genera automáticamente el diagnóstico de una posible tuberculosis”, describió.

En el caso de no ser tuberculosis, señala que pudo haberse tratado de una cisticercosis, infección parasitaria de los tejidos causada por los quistes larvarios de la tenia porcina.

Refirió que tras producirse el deceso de este paciente se activó la vigilancia epidemiológica, dado que, aunque el informe previo establece esas dos posibles causas, la muestra fue enviada al Instituto Nacional de Higiene, que va a dar la conclusión definitiva.

CHIKUNGUNYA NEGATIVA

Ninguna de las muestras enviadas -hasta este momento- al Instituto Nacional de Higiene como parte de las medidas adoptadas por la vigilancia epidemiológica tras el deceso de las nueve personas, han arrojado chikungunya positivo, detalló el vocero.

“Es cierto que varios de ellos venían con síndrome febril, pero el Instituto Nacional de Higiene, que no depende de la Gobernación de Aragua y que es un organismo serio, que cuenta con la credibilidad nacional e internacional, no ha reportado el primer caso de algún fallecido que tenga positivo el virus de chikungunya”, asintió.

En caso contrario, agrega López, el hecho habría sido informado públicamente y de manera oportuna, porque no existe ninguna razón para ocultar este tipo de información.

Con base en las estadísticas y estudios realizados, estima que la propagación del virus descienda. Señala que con la campaña que desarrollan, la cual incluye, además de concientización, la eliminación de criaderos, abatización y fumigación, esperan disminuir de manera importante los casos presentes en el estado.

NO HAY ÉBOLA NI BACTERIAS

López negó que en el nosocomio se hayan atendido casos de ébola: “No existió, ni existen, y si existiesen lo decimos de una vez porque eso genera una alarma y tenemos que cuidar a la población”. Asimismo, descartó la presencia de meningococcemia, y de una presunta bacteria en los quirófanos del hospital.

Recalcó que la instalación de paredes divisorias en el recinto hospitalario responde al desarrollo de una obra de infraestructura que fue anunciada en marzo de 2013, como parte del plan de inversión del Gobierno Bolivariano de Aragua, que abarcaba, entre otras mejoras, la rehabilitación de cuatro de los ocho quirófanos del HCM.

“Se selló el espacio como en cualquier construcción. Cuando se construye un centro comercial, o un edificio, lo primero que hacen es envolver la obra en una especie de lata para que nadie mire”, esgrimió. En el caso del hospital, señaló que el espacio fue cubierto con un material que, de piso a techo, impide la comunicación entre las dos áreas; la que queda funcionando y donde se realizan los trabajos.

Dice que “es imposible” ocultar la muerte de varias personas, una epidemia o un caso de ébola, entre otros eventos de igual índole. De hecho, recordó que tales situaciones son de notificación obligatoria a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que Venezuela jamás ha incumplido ni incumplirá esa responsabilidad.

NO DESCARTAR NADA

Edgar Capriles

Para el médico internista Edgar Capriles, la situación es compleja. Afirma que “hasta no tener un diagnóstico certero” sobre lo sucedido en el Hospital Central de Maracay “no se puede descartar nada”. Alega que como la medicina se basa en hipótesis, él sospecha de varias posibles causas.

Pareciera, según su criterio, que estamos ante casos de chikungunya y dengue, “aunque la tasa de mortalidad por chikungunya es muy baja”. Sin embargo, sostiene que la atipicidad de las muestras pudiese hablar de una “mutación del virus” que lo llevaría a ser más agresivo, o de que “el número de casos es mucho mayor de lo que dice el Gobierno”.

Si fuera chikungunya, añade, sería atípico, “porque la otra posibilidad es que fuera una mutación del virus, pero como yo estoy viendo tanta gente enferma y estoy pensando en una gran epidemia a la que no le han parado, si tengo la cantidad de atípicos que me explican esto”.

Capriles tampoco descarta que un zancudo que haya picado a una persona que tenía dengue y luego picó a otra que tenía chikungunya, pudiese haber transmitido ambas enfermedades a una misma persona, pero en definitiva, estima que “es la investigación científica la que dirá qué es lo que está pasando”.

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Otro factor a considerar, añade, es la utilización de analgésicos antirreumáticos que están contraindicados en personas afectadas. “Todos esos antiinflamatorios, empezando por la aspirina, inhiben la adhesividad plaquetaria, entonces si hay un sangramiento este se potencia”, explicó.

Su análisis también le ha llevado a pensar que la situación pudiese estar vinculada a un “problema sistémico” que es capaz de generar un “proceso inflamatorio que afecta a cualquier órgano”. Citó como ejemplo el lupus eritematoso sistémico, enfermedad autoinmune en la que por error, el sistema inmunológico ataca al propio cuerpo.

Dice que hay pacientes en los que, por una crisis de lupus, les da una encefalitis y tiene manifestaciones neurológicas o psiquiátricas, mientras que otros pacientes pueden tener manifestaciones cardíacas, pero si toca el pericardio hacen una pericarditis y si toca el pulmón hacen una pleuritis.

EPIDEMIA DE FIEBRE

De acuerdo con el doctor Capriles, los hospitales públicos, ambulatorios y clínicas de Aragua están abarrotados con la asistencia de pacientes que presentan cuadros febriles, malestar general, edemas y dolores articulares. En un pequeño sondeo -presencial y telefónico- el Correo del Orinoco pudo constatar esta situación, mediante datos aportados de manera anónima por trabajadores, enfermeras y familiares de pacientes.

Dice que ese cuadro médico se ve reflejado en el informe epidemiológico correspondiente a la semana 35, emitido por el Ministerio del Poder Popular para la Salud, el cual destaca que se esperaban unos 30 mil casos febriles, pero la cifra se triplicó al alcanzar los 90 mil casos.

Para el galeno, quien fue el primer presidente y fundador de la Corporación de Salud del estado Aragua, esto quiere decir que “tenemos una epidemia de fiebre”, pero lo más preocupante, en su opinión, “es la frecuencia” con la que este padecimiento se está manifestando, puesto que, de acuerdo con las cifras oficiales, los casos siguen en ascenso.

Con base en ese mismo estudio, señala que las entidades con mayor porcentaje de afectación son Miranda, Aragua y Carabobo. “Como estos son promedios, al ver la suma total, te percatas de que hay estados que tienen menos y estos son los que tienen más, y de que algo está pasando más aquí que en otros lados”, advirtió.

Según el médico, “es inusual que aparezcan pacientes de procedencias diferentes con sintomatologías iguales”, y aduce que eso le genera desasosiego. “Uno era de Mario Briceño Iragorry, uno de San Vicente, el otro de Linares Alcántara, el de este fin de semana era de Mariño, otro de los Valles del Tuy y uno de Carabobo”, detalló.

Ante este panorama, precisa el galeno, “hay que pensar que son enfermedades infecciosas, que pueden ser contagiosas”. Sin embargo, refiere que la situación no se está abordando de manera efectiva y opina que en el hospital se está trabajando sin medidas de bioprotección: “No tienen guantes, no tienen tapabocas”.

EVALUAR EL CONTEXTO

El médico internista, quien labora en el Hospital Central de Maracay, rechazó las hipótesis que han sido difundidas en las redes sociales con relación al fallecimiento de nueve personas en dicho recinto. “Aquí, de lado y lado, hay gente que construye historias falsas con mucha facilidad”, fustigó.

No obstante, argumenta que ante este tipo de casos, “clínicamente uno tendría que pensar en ébola, en meningococcemia y en muchísimas otras enfermedades”, pero lo más lógico, esgrime, es “evaluar el contexto” en el que se dieron esos decesos.

Lo primero que hay que inferir, indica, es qué tiene que ver una cosa con la otra. “Inferir no es un diagnóstico definitivo, hay que hacerle todas las pruebas a esos pacientes que llegan, tomarles muestras sin ningún temor, porque eso es una obligación”.

Capriles insiste en que, “además de convertir el problema -que era meramente sanitario- en un problema político”, el abordaje actual del chikungunya tampoco se ha desarrollado correctamente.

Recordó que hace tres años, la Organización Mundial de la Salud y la Oficina Panamericana Sanitaria hicieron una reunión en Paraguay con dos médicos escogidos por cada país para hablar de dos temas: La nueva clasificación del dengue y el chikungunya, “una enfermedad que iba a venir inevitablemente”.

Este encuentro, acota, permitiría difundir en cada nación participante los procedimientos a seguir frente al avance de la enfermedad, por ejemplo, cómo se pueden calcular los casos, cuántos van a haber en cada estado y, en función de ello, tener un estimado de la cantidad de reactivos que se iba a necesitar y hacer una campaña informativa, pero esgrime que acá no le pusieron atención a eso.

Haciendo mención a una nota de prensa regional publicada el 15 de agosto, la cual señalaba que unificarían criterios en la entidad para el diagnóstico del chikungunya, criticó que la medida se aplicara de manera tardía. “¿El 15 de agosto, cuando tienen todos los centros asistenciales abarrotados, van a empezar a hacer lo que han debido hacer desde el año pasado?”, cuestionó.

ANTECEDENTE FEBRIL RESUELTO

Señala que la primera epidemia de dengue en América Latina tuvo lugar en el estado Aragua, durante el año 1989. Para aquel entonces, las afectadas y los afectados presentaron fiebres altas y hemorragias, reseñó.

En su criterio, se hizo un abordaje positivo para enfrentar la epidemia. En principio, relató, se tomaron muestras que fueron enviadas al Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), con sede en Atlanta, Estados Unidos, quien determinó que se trataba de dengue hemorrágico.

Rememora que, aunque se habían realizado elecciones regionales y estaban en proceso de transición, eso no impidió tomar decisiones, porque ambas autoridades, salientes y entrantes, se reunieron y acordaron solicitar más apoyo internacional, optando finalmente por traer al país a unos especialistas cubanos que lograron controlar la situación.

T/ Héctor Escalante
F/ Ángel Dejesús

El gobieno tiene que enfrenar de forma energica y contundente a la guerra mediaticas por parte de mercenarios que ejerce la mediciona politica partidista. Por otro lado el ministerio de sanidad tiene que poner en obsevacion sanitaria al estado miranda porque se estan registrando un repunte de casos de dengue y chikungunya que es alarmante. Las poblaciones de barlovento, higuerote, los valles del tuy, charallave, cua, guatire, etc. estan azotas por estas enfermedades.. Hay que implementar un operativo especial de fumigación en todo ese estado. Muchos de los casos no son reportados poque los pobladores se automedican provocando escases de acetaminofen en las farmacias. No basta con la campaña por television sin tambien con los operativos de fumigación que deben realizarse una vez por semana como minimo para minimzar los casos existentes. Es alarmate los casos de dengue y chikungunya en ese estado.

  • Douglas León Natera, presidente de la Federación Médica Venezolana, dijo que el Gobierno reconoce no contar con suficiente acetaminofén, una de las medicinas necesarias para tratar el virus del chinkungunya.

    «Hablaron de 428.000 tabletas de acetaminofén. En Venezuela hay 30 millones de pacientes potenciales, entonces con 428.000 tabletas de acetaminofén distribuidos en todo el país no se da abasto”, precisó en una entrevista en Televen.

    Indica que las fallas para conseguir muchos de los medicamentos se deben a que tienen que ser importados.

    “Ya no se fabrican en Venezuela y no hay recursos para que los privados puedan adquirirlos y luego vendérselos al público en general”, agregó.

  • En particular yo sugiero que se retomaran las fumigaciones , eso ayudaría mas a los controles de propagación del zancudo y evitar estas enfermedades como el dengue