Las autoridades de Myanmar comenzaron a investigar este jueves recientes episodios de violencia ocurridos en el sur del país entre budistas y miembros de la comunidad rohingyas, de origen musulmán.
Alrededor de mil sospechosos, residentes en el estado de Rakhine, en el sur del país, son interrogados acerca de los enfrentamientos que ocasionaron la muerte a 89 personas y propiciaron la quema de cinco mil 351 casas, informó el sitio web The Irrawaddy. Aún no podemos precisar cuánto durará la indagación, pero los responsables de los disturbios serán procesados a su debido tiempo, declaró el director de la oficina de la Presidencia, Zaw Htay.
Ese territorio ha sido en los últimos 10 días el principal escenario de los choques entre la población budista autóctona y los rohingyas, afirmó.
Durante los tiempos de la dominación británica sobre esta porción del territorio asiático, los rohingyas fueron llevados desde Bangladesh como fuerza de trabajo.
En la actualidad, Myanmar rehúsa conceder la ciudadanía a los más de 800 mil rohingyas que viven en esta nación, por considerar que proceden de Bangladesh, donde tampoco son reconocidos.