Riego permitirá cosechar 20.000 toneladas de arroz en verano|El invierno aumenta la belleza del Estero de Camaguán

Estero de camaguán. F/Manuel Abrizo

Las viajeras y los viajeros que vienen de Calabozo acostumbran a detenerse en Corozopando para estirar las piernas, beber un cafecito, disfrutar de una sabrosa quesadilla y llenar el tanque de gasolina. Desde allí hasta Camaguán o San Fernando de Apure, la carretera les permite observar palmares, lagunas de invierno y sabanas; el blanquísimo plumaje de las garzas rompe la continuidad del intenso verde del pasto. No falta quien, sorprendido por tanta belleza, acomode el automóvil a la orilla de la carretera y tome algunas foticos con la cámara del celular.

A pocos minutos de Corozopando, aparece el famoso Estero de Camaguán,
en el cual se distinguen tres ambientes naturales como si la belleza del lugar fuese un menú a la carta: el estero, con abundantes palmas; el estero abierto, donde predomina la sabana cubierta de pasto; y el estero inundado, una inmensa laguna o espejo de agua donde la luna llena se mira por las noches (así dicen en Camaguán). Pero Ítalo Jiménez Laya, el cronista local, aclara que el Estero de Camaguán es uno solo, e inconfundible, con sus palmares, sabanas y lagunas. No hay varios esteros.

C
amaguán, señala el cronista, está íntimamente ligado a esta belleza natural de 19.300 hectáreas, declarada Reserva de Fauna Silvestre por el Gobierno Bolivariano en marzo de 2000. Considerado un emblema de los llanos venezolanos y guariqueños, el Estero de Camaguán es un humedal formado por el desborde y la inundación del río La Portuguesa en época de invierno (aproximadamente mayo a octubre).

Como hábitat de la fauna llanera, alberga una gran cantidad de aves: la garza real, la corocora roja, la garza paleta, el pato güirirí, gavilanes, loros, pericos, guacamayas, cotúas. El vuelo de las garzas, que forma figuras en el cielo, arranca suspiros de embeleso a quienes pasan por el lugar a la hora del crepúsculo.

El Estero es, además, lugar de desove de muchos peces del río La Portuguesa, como la cachama, el curito, el bagre rayado, el caribe colorado, la guabina y el coporo. Entre los animales, muchos de ellos diezmados por la cacería furtiva y la quema indiscriminada, destacan el venado, el cachicamo, el báquiro, el chigüire, el zorro, el oso palmero y el oso mielero.

El Estero, ubicado al suroeste del estado Guárico, a unos 50 minutos de Calabozo, comienza unos diez kilómetros antes de Camaguán, y se extiende otros 32 kilómetros hasta Puerto Miranda, a la orilla del río Apure, según la medición de Ítalo Jiménez Laya. Toda esa zona queda cubierta por las invernales aguas desbordadas del río La Portuguesa, y del Apure en menor grado.

En la región dicen en tono de chanza que  los camaguanenses que retornan, luego de una larga ausencia, sienten un emotivo sacudón al pasar por el Estero, similar a la sensación de los maracuchos pisando el puente sobre el Lago de Maracaibo.

“El Estero es lo más grande que tenemos en Camaguán. Nos trae turistas, pintores, poetas y músicos que vienen a inspirarse. Hay familias que han venido a conocer el Estero porque no creen que exista tanta belleza. Al Estero lo partieron en dos cuando en la década de 1950 (siglo XX) echaron la carretera Calabozo-San Fernando de Apure”, recuerda.

“Yo lo he caminado a toda hora: de noche, al mediodía, en la mañana, en la tarde. Es muy bonito en la tarde;
será por la belleza de los pájaros que comienzan a volar hacia los dormideros. Antiguamente había una palma que sobresalía por estar fuera del Estero. Se llamaba la Palma Sola. La gente decía vamos a Palma Sola. Allí daban la vuelta. Las muchachas, los enamorados, iban a pasear. Tengo una foto donde están jugando una pelea de gallo”, relata Jiménez.

TRES FIGURAS

Juan Vicente Torrealba, Germán Fleitas Beroes y Castor Vásquez integran un triada de personajes que han dado lustre a Camaguán, que es, además, tierra de arpistas y copleros, y sitio donde se elabora un famoso queso blanco.

JuanVicente Torrealba como compositor, arreglista
y ejecutante del arpa es considerado una de las figuras cimeras de la música llanera, a la que llenó de sentimiento. Germán Fleitas Beroes es catalogado como el mejor poeta nacido en estos esteros; muchas de sus composiciones fueron inmortalizadas por las cuerdas del arpa de Juan Vicente Torrealba. A Castor Vásquez, a quien llamaban cariñosamente “Cachón”, se le conoce como “El pintor del Estero”.

Torrealba nació por  accidente en Caracas hace 92 años, ya que su madre, en avanzado estado de gravidez, había viajado a la capital para ese entonces. La mujer esperó unos seis meses hasta que el bebé se fortaleciera, y regresó a Camaguán. La familia Torrealba era dueña del famoso hato Banco Largo, ubicado a unos pocos minutos de Corozopando.

Juan Vicente Torrealba ha contado que todo su universo musical y su estirpe llanera
se fue forjando en Camaguán, entre aquellas sabanas, palmares, caños y garceros. En las labores del hato aprendió las rudas faenas del trabajo de llano: enfrentarse a un toro bravo con un capote, o agarrarlo por los cachos en un arranque de temeridad; enlazar un novillo o domar un potro salvaje. Allí también aprendió los cantos de arreos y coplas que entonaban lo peones y escuchaban las melodías con que el viento peinaba lo pajonales y meneaba las palmeras.

La canción Estero de Camaguán, compuesta por Torrealba, es considerada el segundo himno del pueblo. Como músico, se inició tocando guitarra, hasta que se convenció de que con este instrumento su futuro era incierto; entonces, decidió aprender a tocar el arpa.

El año pasado se le rindió un homenaje a Torrealba
; el alcalde bolivariano, José Vásquez, inauguró una estatua en su honor. La efigie, con el músico al pie del arpa, fue colocada a la entrada del pueblo. La avenida principal de Camaguán fue bautizada con su nombre.

Ítalo Jiménez Laya evoca a Germán Fleitas Beroes como un camaguanense excepcional. “Germán se fue para Caracas, pero sus recuerdos de niño los metió en un saco y se los echó al hombro. Camaguán está presente, lo nombre o no, en todas sus composiciones”.

A Germán Fleitas Beroes pertenece aquel sentido verso cargado de nostalgia:

Cuántas veces en mi infancia
sobre un potrillo alazán
me topé con tu fragancia
Estero de Camaguán

Castor Vásquez solía salir todos los días muy tempranito con su caballete hacia el estero. Allí pasaba un largo tiempo trazando líneas y colores en el lienzo. El artista argumentaba que cada día había un motivo distinto para pintar: hoy puedes dibujar una garza, pero mañana aparece un toro; que si una palma, que una vaca, que si el incendio del atardecer, que el vuelo pausado de un ave, que si un chigüire. Siempre encontraba un motivo inspirador.

En Camaguán algunos señalan que a Castor Vásquez le conocían como el “pintor del Estero”, pero Ítalo Jiménez Laya, el cronista local, afirma que le decían “El sol del Estero”, porque salía con el primer haz de luz de la mañana.

Cachón pintó más de 2.000 cuadros en su trayectoria como artista. Lo hizo con la mano izquierda, ya que la derecha se vio afectada por un tiro que recibió en Caracas, cerca de la plaza Bolívar, durante una manifestación en la que murieron varios estudiantes.

Otro escenario metido en el rincón íntimo de los camaguanenses es el llamado “Charco” , ubicado detrás de la Plaza Bolívar. Se trata de un antiguo curso de agua o meandro de La Portuguesa, que quedó allí al retirarse el río. En invierno se inunda y es navegable. A las parejitas de enamorados les encanta encontrarse en este refugio, con mirador incluido, engalanado por dos corpulentos samanes.

LECHE, QUESO, ARROZ

El municipio Camaguán ha recibido un benefactor sacudón, sobre todo desde que el alcalde bolivariano, José Vásquez, sustituyó a la tradicional macolla adeca que detentó el poder en los últimos años.

Actualmente se desarrolla un ambicioso proyecto para sembrar 5.000 hectáreas de arroz en tierras de la parroquia Uverito.
“Estamos hablando de producir unas 20.000 toneladas de arroz por cosecha”, señala Arnaldo Calderón, el ingeniero municipal.
La siembra de arroz forma parte de la construcción del sistema de riego La Portuguesa-Caño Falcón, que incluye la instalación de dos bombas de agua en el río La Portuguesa. Esta agua, en verano, será llevada hasta las parcelas arroceras de Uverito a través del caño Falcón.

El proyecto fue aprobado por el presidente Hugo Rafael Chávez Frías durante los primeros gabinetes presidenciales, y forma parte del Polo de Desarrollo Endógeno Camaguán-Puerto Miranda.

Otro aporte de la Revolución Bolivariana es la planta procesadora de leche, con capacidad instalada de 36.000 litros diarios, lo cual garantiza el suministro del lácteo a la población estudiantil.

En Camaguán funciona un Centro de Diagnóstico Integral y seis módulos de Barrio Adentro. Se han construido tres nuevos liceos y un teatro municipal en el cual se presenta la Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil de Camaguán.

“En Camaguán se producen alrededor de 90.000 kilos de queso semanales. El pueblo se ha embellecido con obras de ornato y señalización vial; se han construido unas 300 viviendas a través de los Consejos Comunales. Se ha fortalecido la electrificación rural, Pdvsa inauguró un centro de distribución de gas y la Gobernación del estado Guárico adelanta la construcción del hospital del Sur”, indica Arnaldo Calderón.

T y F/ Manuel Abrizo
Camaguán

Camaguan tu lindo estero
garza blanca del garcero
camino real sabanero
tu que la vistes pasar….!