La representación de la República Islámica de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), denunció el jueves la reciente violación del espacio aéreo del país persa por el régimen israelí, al mismo tiempo que advirtió de las posibles consecuencias de este acto agresivo.
Así expresó el representante adjunto de Irán ante la ONU, Qolam Husein Dehqani, en una carta dirigida al secretario general de ese organismo, Ban Ki-moon; al presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU); al embajador británico, Mark Lyall Grant; y al presidente de la Asamblea General de la ONU, el antiguano, John W.Ashe.
En la misiva, Irán denuncia la violación de su espacio aéreo, el pasado 23 de agosto, por la aeronave teledirigida israelí modelo ‘Hermes’, con la misión de espiar las instalaciones nucleares del país en Natanz, centro.
Tras destacar el derribo de ese aparato por las Fuerzas Armadas, la carta apunta que “este acto, que prosigue las incesantes amenazas del régimen contra Irán, es una clara violación de la integridad territorial y la soberanía nacional de Irán, y contradice los principios del derecho internacional y el contenido de la Carta Magna de la ONU”.
Este acto agresivo del régimen de Tel Aviv, continúa, constituye una amenaza para la paz y la estabilidad de toda la región, así que resulta imprescindible que la comunidad internacional, y en especial el CSNU, condene este hecho de la forma más contundente posible.
Asimismo, la carta recuerda el derecho de la República Islámica de Irán a adoptar cualquier medida defensiva para proteger su territorio; a la vez que avisa de las graves consecuencias de tales actos provocativos para los agresores.
Al final, el representante iraní solicitó a las altas autoridades de las Naciones Unidas que publicara esta carta como un documento del CSNU.
El pasado domingo, el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI) emitió un comunicado informando del derribo de un drone espía israelí antes de que llegara a la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz.
Según el comandante de la Fuerza Aeroespacial del CGRI, el general de brigada Amir Ali Hayizade, la aeronave derribada era de fabricación israelí modelo ‘Hermes’, con un radio de operación de 800 kilómetros, capaz de volar 1600 kilómetros seguidos.