Israel autorizó este jueves, en desafío a la comunidad internacional, la construcción de 800 viviendas en un distrito de Jerusalén oriental, que ocupó en 1967 y proclamó su capital eterna e indivisible en 1980.
El visto bueno final fue concedido por el Ministerio del Interior, lo que abre el período de ofertas para la fabricación de los módulos, que pueden ser individuales o multifamiliares.
La zona de las construcciones será el distrito de Gilo, en la zona este de Jerusalén, habitada en su mayoría por palestinos, cuyas autoridades han denunciado planes del gobierno israelí para cambiar la composición demográfica del área y hacer de la ocupación un hecho consumado.
Asimismo, se puede insertar en la campaña electoral que en la práctica inició esta semana el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, cuando convocó a elecciones anticipadas para el próximo mes de enero.
La decisión del país ocupante constituye, además, un nuevo e insalvable obstáculo en el paralizado proceso de negociaciones entre Tel Aviv y la Autoridad Nacional Palestina, que propugna la creación de un Estado independiente con Al Quds (nombre árabe de Jerusalén) como su capital.
A principios de mes la ciudad, sagrada para las tres principales religiones monoteístas, Islam, cristianismo y judaísmo, fue escenario de choques cuando extremistas religiosos israelíes profanaron la mezquita de Al Aqsa y celebraron rituales litúrgicos en el interior del templo protegidos por soldados ocupantes.