El Gobierno de Israel exigió este domingo a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) que detenga el aumento de las protestas en Cisjordania, en solidaridad con los cuatro mil 500 palestinos detenidos en cárceles israelíes.
En el marco de una visita a la región en el próximo mes del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, según un comunicado, “Israel transmitió a la ANP la petición sin equívoco de apaciguar el territorio”.
Como condición para que los líderes palestinos intervengan en las manifestaciones, Israel se comprometió a transferir este mes cerca de 100 millones de dólares a la Autoridad Nacional Palestina por ingresos tributarios que recoge en su nombre.
Las autoridades de Tel Aviv empezaron a retener los fondos, que necesita Jerusalén Este para pagar los salarios del sector público, después que el presidente palestino Mahmoud Abbás logró en noviembre pasado el reconocimiento en las Naciones Unidas.
Un colaborador del presidente Abbás no dio indicios sobre si la Autoridad, que ejerce un gobierno limitado sobre Cisjordania, realizaría un llamado a la calma y culpó a Israel por el aumento de los disturbios.
Este domingo cientos de personas en Cisjordania protestaron por la muerte de Arafat Jaradat, un palestino detenido sin cargos en una cárcel israelí. Los ciudadanos atribuyen el fallecimiento a los malos tratos delos agentes del servicio secreto interno y reclaman una investigación internacional.
Familiares de Jaradat rechazaron la tésis de que murió de un ataque al corazón, porque estaba en perfectas condiciones cuando fue detenido, y aseguran haber visto manchas de sangre en su cuerpo cuando acudieron a identificarlo.
En las calles de Hebron, aldea natal de Jaradat, y en otras localidades palestinos se enfrentaron a tropas israelís que trataron de dispersarlos con granadas lacrimógenas y bombas de sonido.
Asimismo, cuatro mil 500 presos palestinos en cárceles de Israel protagonizaron este domingo una huelga de hambre en protesta por el fallecimiento de Arafat Jaradat.