Italia expulsará a 30 mil inmigrantes antes de fin de año, según lo anunció el ministro del Interior, Roberto Maroni, quien se pronunció por un endurecimiento frente a las oleadas migratorias del norte de África.
«Hay que distinguir entre quienes llegan al país en condición de refugiados, y a los que hay que garantizar una acogida y a quienes no. A estos últimos hay que aplicar el máximo rigor», declaró este fin de semana el titular del Interior.
Desde el inicio de las revueltas en varios países árabes llegaron a las costas italianas unos 57 mil inmigrantes, de los cuales 13 mil fueron repatriados y el resto permanecen en centros de internamiento.
A principios de este mes el gobierno endureció su política migratoria al aprobar un decreto que aumenta de seis a 18 meses el período de confinamiento para los indocumentados.
En la actualidad miles de extranjeros que buscan refugio en Europa viven hacinados en los centros de retención.
La situación para los migrantes que ya legalizaron su situación también es difícil en este país, donde 38% de ellos viven en la pobreza, según una encuesta publicada por el diario La República.