Entre huelgas de media jornada y manifestaciones se desarrolló este miércoles la jornada de paro convocada por los sindicatos Cgil, Uil y Csil en rechazo a los presupuestos del gobierno del primer ministro italiano Enrico Letta.
En Roma numerosos manifestantes rechazaron la Ley de Estabilidad, que plantea el incremento de un punto porcentual a los impuestos y reducción de presupuesto para la salud pública. Sindicalistas aseguran que las medidas tomadas por el Gobierno no sacarán a Italia de la crisis financiera en la que se encuentra.
Otros cuerpos legales como la Ley de Tasación estructural del trabajo son respaldados por los representantes de los sindicatos, quienes instan al gobierno a que incluya a funcionarios públicos para poner fin a la exclusión; lo que permitiría la reducción de impuestos a personas, pensionistas y empresas.
Para los protestantes resulta de vital importancia la recuperación de la igualdad social; además de la lucha contra la evasión fiscal, que exigen sea calificada como delito; además de la corrección de los requisitos para la cobertura social de la Ley Fornero.
Representantes sindicales proponen recortes importantes en el sector de la política, junto a las finanzas; debido a la incapacidad de los representantes de estos ámbitos para controlar sus propios gastos y privilegios.
Las protestas de este miércoles se suman a las jornadas de protestas realizadas en España e Italia durante los últimos meses; donde las políticas gubernamentales desarrollan medidas de austeridad que afectan principalmente los servicios públicos, como la educación, salud, aseo urbanos, entre otros.