Un arpegio limpio de guitarra, acompañado de intermitentes golpecillos secos de baquetas que marcan un tiempo claramente caribeño, ocupan los primeros segundos del pegajoso tema “Fiesta caliente” del cantautor valenciano Ivanovich. Ese gancho sujeta a quien lo escucha, y al final de la pieza termina bailando y saltando, hipnotizado por los ingredientes de rock, reggae, ska, funk, salsa, merengue y un toque de cumbia.
“Fiesta caliente” resultó escogida por Ivanovich para ser la pieza promocional de su primer disco Bailando. Pero, si el solo audio no llegase a convencer, el video de la canción termina de hacer el trabajo: perfecto modificador de caras rígidas por rostros con sonrisas aprobatorias a la caza de parejas danzantes.
El audiovisual, cuya dirección estuvo a cargo de Ricardo Uribe, recibe a diario elogios en el sitio web Youtube.com, señaló al Correo del Orinoco Iván Robles, verdadero nombre del artista, quien también confesó que ha tenido el apoyo de las radios alternativas y comunitarias de la región central.
Para Robles, cuyo oficio musical gira en torno a la alquimia rítmica y a la multifacética ejecución de instrumentos, el álbum compuesto por 11 canciones, es un logro familiar y colectivo. Así lo reconocen muchas voces del ambiente musical de la urbe carabobeña.
Bailando es un disco lleno de rumba, fiesta y alegrías. Con cabida, incluso, a las letras sociales que llaman a la reflexión. “Río de sangre” y “La conciencia” hablan de la delincuencia, la pobreza y la violencia en mundo, explicó.
En la producción del disco laboraron músicos invitados de notable nivel como Rómulo Paiva y Fernando Giovanetty. La producción recayó sobre Yasser Nutov, con la colaboración de Rubén Hernández.
HUELLA MUSICAL
Robles ha sufrido continuos cambios melódicos y de influencias durante su quehacer artístico. Lejos de desechar experiencias, más bien las une en procura de obtener lo mejor de cada una. Así regala un buen material auditivo a quienes quieren mover el cuerpo.
Tal metamorfosis estilística solo es comparable con la sufrida a nivel corporal por el personaje kafkiano Gregorio Samsa. Robles comenzó muy joven entonado canciones guturales de Death Metal, luego mostró gran aplomo como percusionista de jazz, pop y fusión con bandas carabobeñas. Agitó, de igual forma, las cuerdas del bajo con proyectos alternativos. Desde 2009, se halla inmerso en la onda bautizada por él mismo como “pachangarock”.
Su nombre formó parte de varias agrupaciones y acompañó a José Gregorio Oquendo en su proyecto llanero internacional. Compartió tarima con Desorden Público, Guaco, Mata Rica, Los Menta, Papashanty Sound System, Dame Pa´Matala, Servando y Florentino, Moneda Dura (de Cuba) y Jorge Celedón, entre otros.
-¿Cuáles son las bandas que tienen más influencia sobre Ivanovich?
– Manu Chao, King Changó, Mano Negra y Ska-P. Además, muchas bandas e intérpretes de salsa brava como Héctor Lavoe, La Fania y agrupaciones de rock pesado, que son una lista bastante larga.
-¿Cuáles son los próximos pasos del grupo?
– El 17 de agosto vamos a repetir un concierto con varios amigos para sacar adelante la música de la entidad. Participarán los grupos Antología Pop, Polo Azul y Buena Vibra Social Rap. Ahora estoy propiamente en la etapa de promoción del disco que saldrá completo al final de este mes.
-¿Dónde se puede adquirir el material musical de Ivanovich?
– Por los momentos hay cinco canciones que se pueden descargar a través de Faceboock. Me pueden buscar como Ivanovich-músico-banda, agregarse a la página y bajar el material. Para agosto, algunas tiendas venderán los discos en Maracaibo, Caracas, Valencia y Barquisimeto.