El ministro de Relaciones Exteriores y Comercio de Jamaica, Arnold Joseph Nicholson, defendió este miércoles en Naciones Unidas el reclamo de los países caribeños a potencias europeas de compensaciones por el impacto de la esclavitud.
«Debe existir alguna manera de reparar el daño causado por esa atrocidad, aunque no hay consenso sobre la forma específica», declaró a la prensa en el marco de la celebración por el Día Internacional de Recuerdo a las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos.
Según el canciller, existen diversos criterios sobre la demanda, desde la compensación financiera hasta la asistencia técnica a los caribeños por antiguas metrópolis como Reino Unido, Francia, España, Portugal y Holanda, responsables de cuatro siglos de trata transatlántica, etapa durante la cual más de 15 millones de africanos fueron arrancados de sus hogares.
Nicholson recordó que países de la región fueron colonizados por varias potencias de la época, con una terrible herencia de exclusión y dificultades económicas.
Respecto al futuro de la iniciativa de reclamar la reparación, aprobada en 2013 por la Comunidad del Caribe, el diplomático opinó que «posiblemente termine en una corte, no sabemos en realidad».
De cualquier manera el proyecto sigue su curso, aunque es un tema complejo y costoso, señaló.
Por su parte, el representante de las autoridades de Martinica Jean Crusol ofreció detalles a periodistas acreditados aquí sobre el impacto de la esclavitud.
Las islas caribeñas sufren aún las consecuencias económicas, sociales y culturales de una de las grandes tragedias humanas, por su duración (cuatro siglos), alcance (los continentes europeo, africano y americano) y magnitud (entre 10 y 20 millones de víctimas), advirtió.
De acuerdo con el académico, la dependencia del exterior, la discriminación y la hostilidad entre comunidades constituyen algunos de los resultados de la esclavitud.
A propósito de la inauguración hoy de un monumento permanente para honrar a las víctimas del flagelo, tanto Nicholson como Crusol destacaron la obra Arca del Retorno, del arquitecto de origen haitiano Rodney Leon.
El artista agradeció la oportunidad de diseñar el monumento ubicado en la Plaza de los Visitantes de la sede de la ONU, en Nueva York.
Se trata de un llamado a no olvidar el pasado, para que la historia de la esclavitud no se repita jamás, subrayó.