Aspiran superar la enorme deflación|Japón busca revitalizar su maltrecha economía

El gobierno de Japón prometió este lunes revitalizar la maltrecha economía del país, con la deflación como el gran reto por superar, y alcanzar cuanto antes una inflación estable del dos por ciento.

En su primer discurso ante la Dieta (Parlamento), el primer ministro nipón, Shinzo Abe, reiteró que el mayor y más acuciante desafío que afronta la nación es impulsar la economía.

Para ello, refirió, el Ejecutivo y el Banco de Japón cooperarán más de cerca para combatir la deflación y lograr cuanto la meta de inflación referida.

A su vez, insistió ante los legisladores que se aplicarán firmes medidas presupuestarias para acelerar la reconstrucción de las zonas asoladas por el tsunami de 2011 y revitalizar la provincia de Fukushima, donde tuvo lugar un accidente nuclear como consecuencia de un devastador terremoto seguido de sunami en marzo de 2011.

La deflación permanece sin dar tregua a la estancada economía japonesa, tras confirmarse recientemente que los precios subyacentes al consumidor cayeron 0,2 por ciento en diciembre pasado, en relación con similar mes de 2011.

Para el conjunto de 2012, los precios sumaron un retroceso del 0,1 por ciento, para encadenar el fenómeno cuatro años de azote consecutivos, acorde con los datos ofrecidos por el gobierno.

El descenso estuvo en línea con las proyecciones de los economistas, luego que en 2011 el apartado cayera un 0,3 por ciento, en medio de un sostenido período de estancamiento para la considerada tercera economía del planeta.

De ahí que el primer ministro estableciera la revitalización del país como la prioridad más alta de su gobierno.

En tanto, la balanza comercial de la nación asiática registró en 2012 un déficit récord de 6,93 billones de yenes (más de 78 mil millones de dólares), para marcar así su segundo año consecutivo con saldo negativo.

En un informe preliminar, el Ministerio de Finanzas señaló que el dato superó ampliamente el récord anterior de 2,6 billones de yenes (cerca de 30 mil millones de dólares), establecido en 1980 durante la crisis petrolera.

La economía nipona presenta en la actualidad un alto grado de incertidumbre, acrecentada por la crisis en la zona euro y los efectos negativos de las tensiones diplomáticas con China, entre otros factores.

Para contrarrestar esa situación, el Banco Central optó por una flexibilización agresiva mediante la combinación de unas tasas de interés en el cero virtual y un aumento de su programa de compra de activos.

Esto último constituye el principal instrumento del emisor para inyectar liquidez a la economía, lastrada, además, por la caída de las exportaciones y la producción industrial.

Fuente/PL