El gobierno japonés se encuentra adelantando las últimas pruebas correspondientes para anunciar próximamente que los reactores de la planta nuclear de Fuskushima, que resultaron seriamente afectados por el sismo y posterior tsunami del 11 de marzo pasado, se hallan en estado de «parada fría».
El primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, explicó a la prensa que para declarar esa condición el fondo de las vasijas de contención de los reactores debe permanecer por debajo de los 100 grados centígrados de manera estable.
Adicional, la dosis anual de radiación en el perímetro de la planta debe ser de 1 milisievert o menos. El milisievert es la unidad utilizada para medir las dosis de radiación en un espacio específico.
Durante el discurso de clausura de la temporada de sesiones parlamentarias, el Premier nipón no precisó la fecha en que se decretaría la condición de parada fría pero medios locales señalan que puede ser luego de una reunión a celebrarse el 16 de diciembre.
Para la fecha, Yoshihiko Noda tiene previsto presidir un encuentro con expertos de Tepco (compañía japonesa de producción, transmisión, y distribución de electricidad) y del Gobierno para analizar la situación en la maltrecha planta nuclear, dañada por el devastador desastre natural del 11 de marzo.
El anuncio de la condición fría de los reactores forma parte de una de las metas trazadas por el Gobierno de Tokio con miras a resolver la crisis de la central nuclear ubicada en el noreste del país asiático.
Japón considera indispensable decretar parada fría antes de que los 80 mil residentes evacuados de la central puedan volver a sus casas.
La Agencia de Seguridad Nuclear aprobó este viernes el plan de Tepco para gestionar la central en los próximos tres años, que incluye medidas como mantener las inyecciones de agua en los reactores para mantener su temperatura y prevenir posible explosiones de hidrógeno.