Al iniciar su audición, que consistía en la grabación de un video para publicarlo en Youtube, José Ramón Álvarez Patiño, de 26 años de edad, dijo su nombre y luego tomó su trombón. Antes de la primera nota musical, solo el atril y el instrumento evidenciaban que se trataba de un músico y no de un luchador grecorromano. Al concluir los temas, su pulcritud y virtuosismo acreditaron una hechura del corazón.
Tal vez esto pensaron los jueces de la audición que lo escogieron para formar parte de la prestigiosa YOA Orquesta de las Américas.
Es el primer trombonista de la Patria de Bolívar en ingresar a esas filas internacionales. Este año, la YOA, con músicos seleccionados de todo el planeta, llevará a cabo una gira en junio por países nórdicos y bálticos.
Las melodías del réquiem de Mozart Tuba Mirum, Ungarischer Marsch de Héctor Berlioz, y un popurrí venezolano entre Sabana, Fuga con Pajarillo, Diablo Suelto, cuyo arreglo estuvo a cargo del maestro Iván Sanz, resultaron seleccionadas para el video que aún se encuentra en Youtube.
Cada año se pone en marcha el concurso mundial en procura de elegir los puestos del tour de la YOA Orquesta de las Américas. “Y así como José Antonio Abreu comanda desde Venezuela el Sistema de Orquestas, el maestro Plácido Domingo desde donde se encuentra comanda la Orquesta de las Américas”, dijo el joven músico.
Anunció que pronto hará una gira internacional con la agrupación.“Las naciones a visitar son Estonia, Letonia, Lituania, Suecia, Dinamarca y Alemania. La clasificación de los integrantes de la orquesta se hizo por internet, y esta temporada fue desde septiembre (2015) hasta el primero de febrero (2016).A los músicos que llenaron las expectativas les mandaron las conclusiones antes del resultado oficial del 5 de marzo”, explicó.
UNA VIDA DE SUEÑOS
Álvarez está oficialmente tocando el trombón desde los 12 años. Nació en Tucupita, estado Delta Amacuro. Aun cuando a los seis años inició con la percusión menor, entre ella la batería, admite que desde que miró el trombón se enamoró de él.
Por aquellos días al pueblo no había llegado aún el Sistema de Orquestas. Un profesor de flauta le preguntó si quería tocar trombón. Le mandó al pequeño hacer una nota. Por supuesto, este no pudo con sus seis añitos. Transcurrió el tiempo y cuando cumplió los 11 años de edad sus padres se mudaron a Valencia (donde reside aún) a fin de que él siguiera su formación en los ámbitos melódicos.
Ya en la capital carabobeña, un tío del niño, René Cartaya, era miembro de la Sinfónica Simón Bolívar A, que es la de los adultos. “Mi tío trombonista se enteró de que me había incorporado al mundo de la música, y me hizo llegar unos discos compactos de un maestro. Enseguida pensé que ese instrumento era lo máximo”, recordó.
Cartaya mandó a buscar al pequeño y empezó a entusiasmarlo. Le asignó el trombón con el que él había comenzado muchos años atrás. “Ahora continúo con su legado, porque lamentablemente falleció cuando venía de tocar de un show, sufrió un accidente de tránsito”, acotó.
“Heredé todos sus conocimientos, todo su material, su trombón. Creo que estoy tratando de cumplir. Le hice una promesa. Le dije que iba a ser el mejor trombonista de Venezuela, y que iba a tratar de llevar siempre su voz y su sonido para que nunca muriesen”, comentó.
“DE TODO PERO MÁS LO CLÁSICO”
A su juicio, todo músico debe ser versátil, aunque acepta que los sonidos clásicos lo estremecen, igual que los conciertos de trombón y piano solistas, mas realmente le agrada toda la melodía popular, hasta el reggaetón, “pues uno como chamo anda en eso”.
El trombón es muy amplio. Puede ser considerado desde una trompeta con sonido muy agudo hasta una tuba con sonido muy grave, opinó el muchacho que hasta ahora ha hecho giras en Brasil, Francia y España. Hoy es parte de la Sinfónica Juvenil de Carabobo en la principal fila, además integra el Ensamble de Metales Carabobo, en el que ha derrochado genialidad.
APOYO PARA LA GIRA
Álvarez solicitó un apoyo monetario debido a que la organización YOA se encarga de pagar los pasajes y el hospedaje pero sobre la comida no hay una definición. Por ello, pidió apoyo a las empresas públicas o privadas.
“La música también pertenece a la Generación de Oro. No nada más el deporte. Estamos rescatando la consciencia del valor de los jóvenes. Felicito a todos los atletas. Pero también la música merece atención. Soy de los barrios del sur de la entidad, tengo los sueños de muchos que se quedaron en el camino. Pueden confiar en mí, que voy a representar por todo lo alto a mi patria querida”, reiteró.
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