Desde hace más de 40 años José Manuel Sanoja es promesero y fabricante de máscaras.
Su taller está situado en el sector Alto El Bautismo, frente al Monumento de los Diablos, donde también trabajaba su padre Manuel “Mocho” Sanoja, el creador de las máscaras multicolores que distinguen a los Diablos Danzantes de Yare, y quien le enseñó el arte de fabricar las caretas cuando era muy pequeño. El taller lleva por nombre El Mocho.
Las máscaras que tenía ayer en exhibición en un terreno situado en una de las esquinas de la plaza Bolívar eran para adornar las casas, para los niños y para los adultos. Este año fabricó alrededor de 100.
Indicó que varios jóvenes asisten a su taller para aprender el oficio e incluso algunos montaron su propio local de artesanía.
Sanoja considera que ha aumentado el interés de los muchachos por la manifestación religiosa.
Es promesero desde que tenía nueve años de edad, luego que su padre fuese operado con éxito. Desde hace 13 años es cajero auxiliar.
Ayer en el terreno del casco central de Yare se encontraba Teresa Lira, integrante de la Asociación de Artesanos que fue creada hace 18 años.
En el mesón exhibía llaveros, zarcillos, ceniceros, porta lápices y maracas con imágenes de los Diablos Danzantes.
Comentó que en la asociación hay 32 artesanos que elaboran sus propios adornos: “Todo el año vendemos la artesanía y vamos a las exhibiciones a donde nos inviten”.
Contó que turistas de México o China llevan grandes cantidades porque les llama la atención las figuras.