Un juez federal en Estados Unidos prorrogó la prohibición de ejecuciones en el estado de Ohio hasta el próximo enero debido a la preocupación sobre le eficacia de los nuevos fármacos utilizados en las inyecciones letales.
Las autoridades estadounidenses se han visto en aprietos para obtener los fármacos anteriormente usados porque los productores de éstos ya no están dispuestos a suministrarlos.
La nueva combinación de fármacos han llevado a largas y dilatadas muertes en las que los condenados se ven buscando aire a bocanadas repetidamente.
En enero, un prisionero demoró 26 minutos en morir.
El estado de Arizona también ha frenado las inyecciones letales después de que un condenado tomó casi dos horas en expirar.