La jueza Gladys Kessler suspendió la alimentación forzosa de uno de los presos de la cárcel que mantiene Estados Unidos en la base naval de Guantánamo, en el sureste de Cuba.
La magistrada federal decidió que los militares estadounidenses no deben obligar a comer al preso sirio Abi Wa’el Dhiab, en huelga de hambre, por lo menos hasta una audiencia el miércoles.
La decisión estará vigente hasta que un juez realice una vista para determinar cuándo el gobierno estadounidense entregará los expedientes médicos del detenido y cualquier grabación de video del procedimiento al que fue sometido mientras estaba en huelga de hambre.
La defensa rechaza los maltratos contra Wa’el Dhiab durante la huelga de hambre, se opone a su reclusión y busca su excarcelación.
Cori Crider, abogada del grupo británico de derechos jurídicos Reprieve que representa al recluso, consideró que el fallo es un avance en los esfuerzos contra los malos tratos a los prisioneros y para ejercer control total de la información sobre la prisión.
Durante meses los reclusos en la cárcel, creada por Washington en territorio ocupado contra la voluntad de las autoridades cubanas, efectuaron masivas huelgas de hambre para reclamar sus derechos a un juicio justo y por el respeto de sus derechos.
El prisionero sirio, de 42 años, está en una lista de detenidos que pueden ser reubicados como parte de un acuerdo entre Washington y el gobierno de Uruguay, versión que no confirmaron voceros del Pentágono.