La Federación Inglesa (FA) llevará una revolucionaria propuesta a la Internacional Board: propondrá que los futbolistas lleven pegado a su piel un microchip que permita monitorizar su ritmo cardíaco durante los partidos para prevenir los infartos.
La FA ha buscado el apoyo de la FIFA para convencer a los legisladores de la IB, el órgano que se encarga de modular, renovar y ampliar las reglas del fútbol. De momento está prohibido que los futbolistas salten al campo con cualquier artilugio electrónico. Pero la FIFA podría impulsar el cambio en la norma y permitir el microchip, un pulsómetro que mediría en tiempo real los parámetros cardíacos, la temperatura y la distancia recorrida por los jugadores en cada momento de los partidos.
La FIFA se terminó de convencer de la necesidad del chip cardíaco tras el colapso que sufrió Muamba, el jugador del Bolton, en la Premier.
La IB estudiará la propuesta en su próxima reunión, los días 2 y 3 de marzo, en Escocia. En esa cita también se hablará de otro chip, el del balón. La tecnología de línea de meta se probó en el pasado Mundial de Clubes, en Japón, y los resultados han sido positivos. La idea de la FIFA, que recibirá el apoyo de la IB, será completar las pruebas en la próxima Copa Confederaciones.