La justicia de Córdoba prohibió a la transnacional Monsanto continuar la construcción de una planta en la municipalidad de Malvinas Argentinas, al aceptar un recurso interpuesto por ambientalistas y vecinos de esa localidad cordobesa.
El dictamen ordena al gobierno local de esa municipalidad, a unos 14 kilómetros de la capital provincial, a abstenerse de emitir algún tipo de autorización a la empresa hasta tanto se concluya un estudio sobre los efectos de esa planta sobre el ambiente en la zona.
De hecho, el veredicto revoca un fallo anterior que autorizaba la construcción de esa industria.
Miembros de organizaciones ecologistas y residentes de Malvinas Argentinas se congregaron la víspera frente a la sede de la Cámara de Apelaciones de Córdoba para festejar la decisión, con carteles entre los que se leía, por ejemplo, «Basta de saqueo y contaminación».
La instalación que construye Monsanto es similar a la de Rojas, en provincia de Buenos Aires, y se edifica en un predio de 27 hectáreas ubicado sobre la ruta provincial A-188, a unos 14 kilómetros de la capital cordobesa.
Desde el pasado septiembre, los vecinos de Malvinas Argentinas apoyados por grupos defensores del ambiente iniciaron el pleito legal contra la autorización otorgada por la municipalidad a la empresa, proveedora de productos químicos para la agricultura, en su mayoría herbicidas y transgénicos.
Entre sus productos más conocidos se encuentran el glifosato bajo la marca «Roundup» y el maíz modificado genéticamente, conocido por el código Mon810.
Monsanto genera polémicas alrededor del mundo, debido a múltiples denuncias sobre perjuicios a la salud, impactos ambientales negativos y el desconocimiento acerca de los efectos que podría producir la alteración genética de los alimentos.