Al contrario de lo que plantean las agencias internacionales de noticias, en las calles de Siria no hay oposición organizada, sino bandas armadas, denunció el analista internacional Raimundo Kabchi.
La oposición “se ausentó totalmente de las calles y las grandes ciudades”, sentenció. “En las calles de Siria hay bandas armadas”, subrayó Kabchi, en entrevista con la periodista Lourdes Zuazo en el programa Agenda Abierta de Telesur.
“El gobierno y la población son víctimas de unas bandas armadas pagadas por el exterior para crear zozobra y para que Estados Unidos y Europa puedan decirle a Assad “vete”, acusó.
El estudioso afirmó que esta nación es sometida a una confabulación internacional. Explicó que las manifestaciones que pidieron cambios han sido atendidas, y muestra de ello “es que se levantó el estado de excepción imperante desde hace varias décadas”, y se pusieron en marcha transformaciones democráticas que lidera el presidente, Bashar Al Assad. “Se están adelantando unas reformas genuinamente democráticas, y el pueblo en su conjunto las ha aceptado”, recapituló.
Pero como los intereses son otros, “la guerra en Siria es una guerra mediática y una guerra diplomática” por parte de las potencias, en la que se recurre a la mentira y las presiones. Como no pueden con el gobernante en la calle y la opinión pública, “recurren a este tipo de presiones, y hacen una orquestación Washington, París, Londres, Berlín”. No se trata sólo de un país, sino de una zona muy importante para el imperialismo y la economía.
Kabchi recordó que los problemas se han circunscrito “a las ciudades de la frontera. Vale decir: Turquía confabulada con occidente contra Siria” y la Palestina ocupada por Israel, enumeró.
A juicio del analista, los gobiernos occidentales quieren que el Mandatario sirio opte por alguna de las dos vías: arreglar sus cuentas Israel y renunciar “a la postura histórica de Siria de defender la causa árabe”; o irse. “¿Con qué derecho le dice a un gobernante legítimamente instituido ‘vete ya, tú perdiste legitimidad”?
Se preguntó si los gobernantes de Estados Unidos y naciones europeas, con popularidad de 20% o 30%, son legítimos. “¿Tendrán la legitimidad para obligar a otro gobernante a renunciar y dejar al pueblo a merced de las bandas armadas?”. Puntualizó que naciones que ni siquiera tienen Constitución “le dictan a Siria lecciones de democracia y derechos humanos”.
Por otra parte, insistió en que China, Rusia, India, África, América Latina y la mayoría de los países árabes “están en contra de esta política”, y ellos “sí representan genuinamente a la colectividad internacional”.