El analista Reimundo Kabchi calificó la consulta sobre la reforma constitucional que se llevará a cabo este domingo 26 en Siria como un modelo de cambio para aquellas naciones que participaron en la llamada primavera árabe.
Kabchi destacó que la demanda inicial de transformación y democracia era una treta para promover la desestabilización regional. Sin embargo, Siria se ha impuesto ante las tentativas de caos auspiciadas por potencias occidentales.
Prueba del fracaso de la confabulación internacional, explicó el analista, son los atentados, a los que calificó como «producto de la desesperación» de la oposición armada.
Descartó que la reunión que se celebrará este viernes en Túnez entre los «Amigos de Siria» tenga alguna trascendencia en la jornada electoral del fin de semana.
Fracasaron en una invasión tipo Libia o Irak (…), fracasaron en la Liga Árabe y en Naciones Unidas (…) ahora quieren hacer creer que la población está alzada en armas».
Los «Amigos de Siria» son algunos integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), alianza imperial responsable de la ejecución de cerca de 50.000 libios durante 2011.
«Esta conferencia no será más que una tentativa para derribar al gobierno sirio por la ventana ya que no pudieron entrar por la puerta», sentenció Kabchi, tras resaltar que la «cohesión entre pueblo, gobierno y ejército, hizo posible desbaratar los mecanismos de conspiración en Siria».
Entre las medidas de reestructuración política emprendidas por Damasco está la legalización de 15 partidos y el proyecto de reforma d 157 artículos, agrupados en seis capítulos.
El borrador de la Carta Magna reza que el «sistema se basa en el pluralismo político, se practica el poder democráticamente a través de la votación» y se establece un mandato de siete años con derecho a una reelección consecutiva.
También se garantiza la libertad de credo y la protección de los asuntos personales, además de que se reitera el respeto a todas las religiones.