«Gran inspiración» se titula la exposición fotográfica de Alicia Alfonzo que permanecerá al menos hasta finales de enero en la Sala Taller de Educación en el Museo de Arte Contemporáneo Armando Reverón (Macar)
Bajo la curaduría de David Lezama, esta propuesta presenta a los visitantes un grupo de 36 fotografías divididas en tres grupos, en el primero, prevalecen las imágenes de la naturaleza sola, luego esta intervenida por el hombre, mediante estructuras como puentes, y por último, el protagonismo en su máxima expresión es de la fauna. Aquí, el público apreciará las infinitas bondades y bellezas de nuestro país.
En este primer trabajo como curador Lezama argumenta que la autora, sorda de nacimiento, pero hablante y lectora de los labios, asumió una actitud retadora hacia el entorno sonoro estimulada por los diversos viajes que realizó desde niña en compañía de su familia.
“Esa actitud retadora es un punto de reflexión, no solo para las personas que tengan una limitación física sino para nosotros que tenemos los sentidos completos y no nos atrevemos a avanzar y dar un paso determinante”, menciona el curador citado en una nota de prensa publicada por la Fundación Museos Nacionales (FMN).
Alfonzo ama los espacios de mayor riesgo, indica , por eso una de sus mayores satisfacciones es haber llegado a la cima del Roraima.
“La comunicación con Alfonzo ha sido extraordinaria, a través del gesto y la lectura que ella hace de los labios” explicó Lezama
Esta creadora también ha explotado su vena artística en la poesía “Una de las cosas que traté de enfatizar en el texto de sala es que a pesar de que ella vive en un mundo silencioso, los otros sentidos están dinamizados por el tacto, el aroma y lo visual, que es el punto principal, por lo cual tenemos este trabajo”, agrega la nota en palabras del curador.
En esta exhibición, según apunta Lezama en el texto de sala, Alicia Alfonzo, ofrece un corpus que “con el uso experto de su cámara fotográfica supo contener los instantes precisos de estos paisajes venezolanos” para invitar a las y los visitantes a un viaje de encuentro o reencuentro con “una naturaleza indomable representada por la fuerza de las cascadas que devienen en caudalosos ríos. Rocas cuyas caprichosas formas aluden a lo sagrado de una virgen en la inmensidad de la Gran Sabana. Verdes profundos de una vegetación intrincada que solo es posible abarcarla en el sobrevuelo de una aeronave”.
Al mismo tiempo, la artista que también se dedica a la escritura, muestra la “inquietante presencia del hombre en su afán de expandir sus dominios para su propio beneficio” que con sus acciones “ha propiciado la perturbación del ciclo natural de vida y muerte en estos espacios primigenios”.