Se celebra ininterrumpidamente desde 1945 enla iglesia de La Pastora
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Hoy 6 de enero, Día de Reyes, se cumplen 75 años desde que monseñor Francisco Castillo Toro, párroco de la iglesia de La Pastora en Caracas, ofició una misa en memoria de los peloteros Salvador Argüelles y José Pérez Colmenares, quien fue miembro de la selección venezolana de beisbol que obtuvo el Campeonato Mundial en 1941.
Esta tradición, conocida hoy como Misa del Deporte, siguió en esta iglesia caraqueña hasta que en el año 2003, bajo la dirección del ministro de Educación, Cultura y Deportes, Aristóbulo Istúriz, y el presidente del IND, Eduardo Álvarez Camacho, se descentraliza la misa y se oficia en los templos católicos de todo el territorio nacional.
Hoy en día los 24 estados del país organizan tradicionalmente esta misa, en la que atletas, entrenadores, dirigentes y toda la familia deportiva se reúnen para agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas el año anterior y pedir para el año que empieza cumplir todas las metas propuestas.
Para el presidente del Comité Olímpico Venezolano (COV), Eduardo Álvarez, el año que recién inicia anuncia importantes posibilidades para que Venezuela siga sumando cupos para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, un año en el que ya muchos atletas están en sus eventos clasificatorios y en el que se espera reunir la mayor cantidad de cupos para la máxima justa universal.
“Extendemos la invitación a todo el país a que asistan a esta tradicional Misa del Deporte. Desde el año 2003 tomamos la decisión de descentralizarla para que cada uno de nuestros deportistas que están fuera de la ciudad capital pudiesen cumplir y compartir junto a sus familiares y amigos mas cercanos con esta tradicional Misa del Deporte. Así que desde nuestra casa olímpica, junto con nuestros federativos, los invitamos a todos, este lunes 6, de enero a darle continuidad a esta tradición venezolana”, resaltó el presidente del COV.
La Misa del Deporte se ha convertido en el punto de partida del año deportivo en cada estado, un encuentro en el que se agradecen los logros obtenidos y se pide a Dios por los que vienen. En cada catedral miles de deportistas dan así inicio a la actividad deportiva nacional, unidos por la fe y la esperanza.
