Kaporito, el guardián de la montaña es uno de los tres largometrajes de animación que en este momento están en proceso de elaboración en Venezuela. La historia dirigida al público infantil, tiene una fuerte carga ecológica, orientada hacia la conservación del ambiente en general y a la fauna en particular.
“En una zona de Los Andes unos campesinos que cazan por placer matan a un oso frontino y a su pareja, dejando huérfano a un osito (Kaporito) que se enfrenta a la persecución de los cazadores. Kaporito es protegido por el resto de los animales y de otros personajes de la naturaleza. Los animales hacen una especie de guerra de guerrillas para defenderse a ellos mismos y a su hábitat”, adelantó Donald Myerston, productor y coguionista.
El guión escrito inicialmente por Viveca Baíz, llevó cerca de dos años de trabajo. Contaron con el apoyo de Aquilno Ascensión, un joven venezolano residenciado en Canadá que les fue de gran ayuda en la confección de la historia. “Luego, en una lectura cruzada dirigida por Frank Baíz, participaron Gustavo Michelenay Belén Orsini, estudiaron el guión e hicieron importantes aportes”, comentó la realizadora.
La película que está en etapa de preproducción tendrá una duración aproximada de 80 minutos, cuenta con apoyo del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía y espera por un aporte de la Fundación Villa del Cine, para poder comenzar la producción propiamente en febrero próximo. “La animación es un trabajo largo, de mucha paciencia. Esta película estará lista en no menos de dos años”, afirmó Baíz.
Actualmente la productora está terminando el diseño a mano de los personajes y los escenarios, para luego pasar a la animación digital. Los trazos son del artista plástico, caricaturista y diseñador Iván Lira, mientras que el responsable del movimiento es Fausto Mujica.
“Me pareció que los dibujos de Lira estaban en sintonía con mis intereses estéticos para la película. Estamos trabajando con creyones, buscando un estilo que consagre una propuesta atractiva para los niños sin caer dentro del estilo de la comiquita, sino más bien como un libro con ilustraciones pero en una película, para darle además un aspecto artesanal”, aclaró la directora.
Los esposos Myerston Baíz también cuentan con el apoyo técnico del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) a quienes les están solicitando la participación de un compositor de imágen. “Con ellos estamos en negociaciones desde que se concibió el proyecto. Esto es importante porque Cuba tiene una tradición de 40 años en animación. También están apoyando a Álvaro Cáceres, que es el productor de uno de los otros dos proyectos en largometrajes de animación que hay ahora en Venezuela”, agregó el productor de Disparen a matar, de Carlos Azpúrua.
Kaporito, el guardian de la montaña, tiene un costo estimado superior a los Bs. 5 millones, aún con criterio de austeridad. La pareja de cinestas está haciendo prácticamente todo. “No hago la música porque no soy músico”, expresó Myerston.
Una película de animación es mucho más costosa que una de ficción convencional y lleva más tiempo. En Kaporito trabajan, de momento, cerca de siete personas y la música está a cargo de Nascuy Linares (Maroa, Una casa con vista al mar, etc.).
Precisamente el apoyo solicitado a la Villa del Cine, que ya manifestó su disposición a colaborar, según informó la pareja de cineastas, está relacionada entre otras cosas con aspectos como el doblaje, la dirección sonido y los estudios para la grabación del audio.
Para los temas musicales esperan contar con la voz de Fabiola José, una cantante venezolana formada entre el ambiente académico y la tradición popular.