Columna camarada llamarada|Liderazgo consciente (Opinión)

Una semana intensa de ponencias, debates, discusiones, lecturas del Libertador y del Comandante Eterno, para entender que estamos en medio del camino hacia la utopía concreta robinsoniana del Libro azul; camino en el cual la máxima bolivariana referida a las luces alumbrará el camino de nuestra victoria frente al verdadero enemigo que sacó sus fauces a través del Presidente de Estados Unidos, pero que en realidad se trata del complejo financiero-industrial que considera a este país con grandes reservas de petróleo, y el 23 más feliz del mundo -según Naciones Unidas-, una amenaza.

Frente a todo ello, el arma más fuerte: la palabra invitada a echar en las canciones de Alí, rompiendo nubes y violando el cielo para no quemarnos por dentro; la palabra vestida de contenido ideológico e integral; la palabra cargada de sentido, producto del estudio y la formación de personas que poseen liderazgo en instancias del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) a nivel nacional.

De esta oportunidad, no solo la ocasión de empuñar el fusil de las ideas y demostrar una importante capacidad argumentativa, sino que en el nivel práctico, exponiendo cualidades frente a distintos desafíos, manifestando que dentro del partido, más allá de la movilización y la agitación para la defensa de nuestra independencia, soberanía y proceso revolucionario, con una fuerza que logramos extender por sobre los 10 millones de firmas exigiendo la derogación del instrumento de injerencia; más allá, la organización para la acción consciente, lo que implica un proceso formativo del hombre nuevo que ya definía Simón Rodríguez hace dos siglos como el hombre nuevo republicano que se oponía a la monarquía injerencista que había aplicado su hegemonía en gran parte del territorio de nuestra Patria Grande.

Un verdadero líder del proceso revolucionario debe creer profundamente en el socialismo bolivariano y seguir construyendo el camino hacia el horizonte de esa utopía concreta y posible que aún cuando «por ahora» no se deje alcanzar, nos hace continuar en unidad solidaria esta lucha continua y emancipadora, peleando en batallas contra gigantescos molinos de viento especulativos y logrando victorias conscientes al conjugar teoría y praxis revolucionaria, unificadas en el legado de camaradas llamarada como el Comandante Eterno.

T/Carolina Escarrá Gil
cescarragil@gmail.com