Líderes de la Cámara de Diputados del Congreso brasileño se reúnen este martes para presionar al legislador Marco Feliciano a que abandone la jefatura de la Comisión de Derechos Humanos (CDH), debido a sus polémicas declaraciones.
La cita será conducida por el presidente de ese cuerpo legislativo, Henrique Eduardo Alves, y participarán los máximos representantes de los partidos con diputados en ese hemiciclo.
Desde su designación el 7 de marzo pasado al frente de la mencionada Comisión, se desencadenaron en todo el país protestas, en las cuales se reclama su dimisión.
Grupos sociales entregaron el Partido Social Cristiano (PSC), al cual pertenece Feliciano, también pastor evangélico, un documento con 450 mil firmas en el cual demandan su separación inmediata del cargo.
Varias sesiones de la CDH fueron anuladas debido a las manifestaciones en contra del religioso, a quien acusan de discriminación racial y homofóbico.
La última reunión de esa CDH se celebró a puertas cerradas y sin presencia de público por orden de su presidente, lo cual fue criticado y rechazado.
En una última declaración, difundida en un video en Internet, el pastor señaló que la muerte en 1980 del afamado cantante John Lennon, integrante de la banda Beatles, fue un mandato de Dios.
Asimismo, la semana pasada señaló en un diario que Brasil vive bajo una «dictadura gay» que le hostiga y persigue.
La diputada brasileña Iriny Lopes presentó en días pasados una acusación por falta de decoro en contra del parlamentario, quien afirmó que la antigua Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados estaba dominada por Satanás.
Miembros del Partido de los Trabajadores y exsecretaria de Políticas para la Mujeres, Lopes entregó su denuncia ante la Junta de Reclamaciones del Legislativo de Brasil.
«Es inaceptable que un diputado haga ese tipo de declaraciones hiriendo el honor y la imagen de los nobles compañeros que trabajan con dedicación para la promoción y fortalecimiento de los derechos humanos», afirmó.
Líderes del Congreso se quejan de la actitud de Feliciano y le imputan de poner en riesgo la credibilidad de la cámara baja, con sus polémicos pronunciamientos que generan protestas y manifestaciones hasta dentro de salones y pasillos del edificio parlamentario.
La secretaria de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, Maria do Rosário, se sumó a las críticas contra el legislador y afirmó que sus declaraciones incitan al odio y la intolerancia.