En el Museo del Louvre|Lienzo de “La Gioconda” rejuvenece

El Museo del Louvre ha decidido cambiar la edad de la Gioconda. Hasta ahora, se pensaba que Leonardo da Vinci pintó la Mona Lisa entre 1503 y 1506 pero bajo nuevas investigaciones de la entidad el dato oficial se alarga más de una década siendo su elaboración entre 1503 y 1519.

Parte de la responsabilidad de la nueva datación es de la Gioconda madrileña, la copia en tiempo real del original recién hallada y restaurada por el Museo del Prado, que se expone ahora en el Louvre junto a la resucitada Santa Ana. Los exámenes científicos realizados a la copia y a los originales sugieren que Leonardo trabajó en sus dos piezas maestras hasta su muerte en Francia, en 1519.

Según un reportaje del periódico El País de España, es bien sabido que Leonardo empezó a pintar la Mona Lisa en 1503, porque aquel año un funcionario florentino, llamado Agostino Vespucci, lo anotó en un cuaderno. Pero la fecha en que el maestro toscano terminó la obra sigue produciendo controversia entre los especialistas. Si Leonardo era, como parece, un enfermo de perfeccionismo, resulta raro pensar que solo dedicara tres años a rematar su obra más admirada. El Prado fechó la copia del Prado en 1516, lo que ya hizo pensar que el original no pudo estar terminado en 1503. Ahora, el conservador del Louvre Vincent Delieuvin se inclina a pensar que la fecha de terminación fue 1519.

Según publica la revista ‘The Art Newspaper” la ficha técnica de la Mona Lisa original en la galería principal del Louvre va a ser retocada muy pronto, y la nueva fecha ayudará a resolver algunas dudas nunca aclaradas. Si Leonardo tardó 16 años en terminar la Gioconda, es normal que la familia de Lisa del Giocondo, que en teoría le encargó el retrato, se hartara de esperar. El retraso ayudaría a explicar por qué el cuadro nunca fue entregado a los Giocondos. Además, Lisa tenía 23 años en 1503. Y cuando Leonardo acabó, la joven se había marchitado.

Según el portal electrónico del diario, los conservadores del Louvre no paran aquí. Ahora quieren trasladar la copia madrileña cerca de su hermana durante unas horas, con el museo cerrado, para estudiar otros detalles.

El comisario Vincent Delieuvin explicó que tanto la restauración de la Sana Ana como la copia del Prado “han revelado detalles que han cambiado la visión de la Gioconda. Por ejemplo, Delieuvin ha encontrado en el original “un pueblecito colgado en las rocas grises del paisaje” que nadie había visto.

Los conservadores han visionado fotografías y radiografías tomadas en 2004 y comprobaron que una parte del dibujo de las rocas de la copia del Prado está ahí, tan borroso que casi no se ve.

Todas estas novedades han reabierto el peliagudo debate sobre la restauración de la Gioconda. Según Delieuvin, “la restauración de la Santa Ana, y la magnífica restauración de la copia del Prado han demostrado que técnicamente es posible restaurar la Gioconda. Todavía está mejor de lo que estaba la Santa Ana. Pero un día habrá que hacerlo, porque cada día está más oscura y toda gran obra de arte necesita al menos una restauración por siglo”.

Texto y Foto/El Diario-Bolivia