Los días de Lionel Messi como salvador se completaron cuando levantó el icónico trofeo de la Copa del Mundo en el cielo nocturno en el Estadio Lusail en Qatar en diciembre pasado. Su misión había sido devolver a Argentina a la cima del fútbol mundial, y le había tomado casi todos los días de su carrera elevar a su país de origen a esa posición.
Sin embargo, no ha terminado de jugar, y el 7 de junio supimos que será el próximo en usar el escudo de Inter Miami. Pero la Major League Soccer no necesita salvarse con la llegada de Messi.
La MLS necesitaba ser rescatada cerca del comienzo del siglo XXI, cuando los propietarios Philip Anschutz, Lamar Hunt y Robert Kraft se combinaron para mantener a flote a los 11 equipos de la liga. Necesitaba vigorizarse media docena de años después, cuando David Beckham fue fichado por LA Galaxy para inyectar el poder de las estrellas genuinas en el fútbol estadounidense. Ahora, realmente solo necesita un poco de amor.
Por segunda vez en sus tres décadas de existencia, la MLS ha atraído a la estrella más grande del deporte a lo que ciertamente no es la liga más grande del mundo. Messi ingresará con una carga mucho menor que Becks o Pelé, quienes se unieron al New York Cosmos dos décadas antes de que se formara la MLS con el objetivo de difundir el deporte en una nación donde había sido ampliamente rechazado.
Ni el Cosmos ni la North American Soccer League duraron mucho más allá de la jubilación de Pele , pero la excelencia de estilo supernova que entregó ayudó a impulsar el interés en el deporte para jugadores como Tab Ramos, Tony Meola y John Harkes. Formaron parte de los equipos nacionales masculinos de EE. UU. que hicieron múltiples apariciones en la Copa Mundial en la década de 1990 e hicieron factible el lanzamiento de la MLS en 1996.
Cerca del final de su primera temporada regular en la MLS, en algún momento de octubre de 2023, es casi seguro que Messi obtendrá su octavo Balón de Oro como jugador mundial del año. Es probable que no tenga mucho que ver con su trabajo inminente en Miami o incluso con los 16 goles y las 16 asistencias que entregó cuando Paris Saint-Germain ganó el título de la Ligue 1 francesa. Se tratará de esa Copa del Mundo que ganó en Qatar. Pero será de gran valor para la MLS ser el hogar del jugador coronado como el mejor del mundo ese año, poco antes de que llegue a los EE. UU.
Ese tipo de seriedad puede ayudar a vender más suscripciones a MLS Season Pass en Apple TV. Puede ayudar a atraer a más fanáticos en los Estados Unidos, ya sea que signifique convertir a aquellos que aún no se han abierto a la magia del deporte o aquellos que insisten en que aman el fútbol pero creen que están por encima de ver la MLS.
Major League Soccer ocupa una posición inusual en el deporte. Juega su temporada de febrero a diciembre , porque habría mucha más competencia por el dólar deportivo (y mucho peor clima) disputando el calendario tradicional de agosto a mayo. La MLS opera en un país donde el fútbol es el menos establecido de los principales deportes de equipo y, de hecho, es la única liga que tiene otros deportes de equipo importantes como competencia.
El baloncesto y el hockey sobre hielo atraen una fracción del interés en los países que albergan las cinco principales ligas de fútbol. Allí casi no se juega béisbol. El fútbol de la NFL solo aparece ocasionalmente, como si Taylor Swift o Bruce Springsteen estuvieran de gira.
Además, la MLS se ha establecido en una nación que alberga las principales ligas en esos cuatro deportes: la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA), la Liga Nacional de Hockey (NHL), la Liga Mayor de Béisbol (MLB) y la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). ). Los fanáticos estadounidenses han sido condicionados a esperar la mejor competencia y, como resultado, algunos rechazan la MLS.
En cambio, tienen la oportunidad de ver partidos de la Premier League, La Liga, la Serie A y la UEFA Champions League sin moverse de sus sofás, y muchos afirman que la MLS no vale la pena, incluso aquellos que dicen amar el deporte. y aunque la diferencia de zona horaria y los calendarios escalonados significan que esencialmente no hay un punto en el que las mejores ligas europeas y la MLS compitan directamente una frente a la otra.
Si Beckham ayudó a despertar el interés en la liga en un momento en que Toronto pudo comprar un equipo de expansión, el decimotercer participante de la liga, por $10 millones, Messi llega con una carga considerablemente menor . San Diego ingresará a la liga en 2025 habiendo pagado $500 millones por el trigésimo equipo de la liga. La MLS va a estar bien.