Recalca que siempre hay que estar preparándose en el mundo teatral|Lissy García Teppa: “Aprenderse el texto es fundamental para construir un personaje”

Cuando una la observa en una función de teatro, es indudable que Lissy García Teppa se sumerge en lo que ve. Ni pestañea: “Al salir de una obra, aunque sea horrible y aburrida, siempre hay algo bueno que se puede sacar de lo que se vio, siempre voy a buscar algo bueno, así sea una cosa mínima”.

Recientemente se presentó en la excelente pieza infantil El traje nuevo del emperador, donde se aplica en su personaje: “Me gustan las obras hechas con rigor. Molesta ver algo que se hizo sin compromiso y sin pasión, hay que ser responsables con lo que se presenta en un escenario”

-Participa mucho en el teatro infantil…

-Me gusta mucho el teatro infantil y me molesta profundamente la gente que lo menosprecia, me fastidian los comentarios que se escuchan infinitamente aquí en Caracas como “ah, pero es una obra infantil”; “es teatro infantil, no importa”; “no yo no voy a ver eso, es infantil”. O la gente que justifica que algo sea malo o de mala calidad y no le da importancia porque “es una obra infantil”. Por eso creo que se ven cosas tan malas de este género, son muy pocos los que se preocupan por dar lo mejor y tener el rigor necesario para ofrecerles a los niños algo de calidad, son más los que lo hacen para tener dinero, después de todo “hay muchos niños en Caracas, esa obra va a dar plata”. Por eso agradezco cada vez que veo una obra infantil de Skena y de Oswaldo Maccio, porque se esfuerzan de verdad por el espectáculo, por el mensaje, por las actuaciones. El día que cambió la vida del Señor Odio es mucho más valiosa y con un mensaje más claro que cantidad de obras “serias y de adultos” que he visto.

-¿Cómo confeccionas un personaje?

-Depende del personaje, depende del proceso, depende del director. Tengo mis manías al momento de abordar un personaje, pero me gusta dejar que el proceso y lo que quiere el responsable del espectáculo me lleve. Yo soy una persona sumamente insegura, por eso cuando me toca actuar me obsesiono y me cuestiono todo, siempre voy a tener el texto de la obra en el bolso, esté donde esté, muchas veces me he visto haciendo una cola en el banco con el texto de la obra en la que estoy trabajando en la mano. Aprenderse el texto es fundamental para construir un personaje, así el director no lo exija desde el primer momento, para mí no saberse el texto es no poder hacer absolutamente nada, no puedes trabajar, no tienes el material para hacerlo. Es como un cocinero que no tiene cuchillo para picar, un actor que no se sabe el texto no va a poder hacer mucho sobre el escenario.

-Perfeccionista…

-Me interesa mucho el trabajo corporal, no soy de las que le busca el color favorito al personaje ni de qué color era la camisa que usó en su cumpleaños número cinco, no hago un análisis profundo y psicológico del personajes, me interesa lo concreto, qué quiere, para qué, su vínculo con los demás, con el espacio. Sí, tengo en mi computadora un cuestionario del análisis cuadrimencional del personaje, muchas veces lo contesto, me divierte, pero no me va a quitar el sueño no saber cuál es la comida favorita del personaje. Me interesa más el trabajo en la escena, así me acerco al personaje, no tanto desde el papel sino más desde el cuerpo, me encantan los ejercicios corporales para acercarse al trabajo, me encantan esos ejercicios que te hacen partir de un animal para construir. Me encanta investigar sobre el personaje, pero no en el cerebro y en el papel, hay que hacerlo en el espacio, con el cuerpo, con los demás actores. El vínculo, la verdad, estar vivo… eso es lo importante. Como dice Martha Estrada, dime el texto de verdad, como tú, no me lo actúes que sino no te creo. Un actor es un observador, siempre busco imágenes, referencias visuales, sonidos, en la calle, en películas, en donde sea, que me llenen de vida al personaje que estoy haciendo.

-¿Te sientes preparada para la dirección y escritura teatral?

-Escribo y dirijo además de actuar, sí. Ahora sentirme 100% preparada para hacer algo, no, nunca. Por eso jamás he dejado de estudiar, de hacer talleres, de ver clases, de trabajar con los grandes. Hay que aprender, nunca lo vas a saber todo, nunca vas a poder decir que no necesitas aprender más nada. Yo no entiendo a la gente que hace un taller y dice “listo, ya soy actor, no necesito estudiar más porque ya me llamaron para una obra. Soy director porque ya monté una obra”. No, no creo en eso. La experiencia, el trabajo y la formación es lo que te ayuda a llegar. Sí, dirijo, llevo años haciéndolo, pero al momento de abordar una obra, de comenzar el trabajo, nunca lo tengo todo resuelto, qué aburrido sería. El proceso del director y del actor es de aprendizaje con cada obra que hace. Sé que puedo actuar, sé que puedo dirigir y sé que puedo escribir, me he formado para eso, llevo tiempo haciendo las tres cosas; sin embargo siempre creo que es mucho más lo que me queda por aprender que lo que ya sé. Estoy preparada para hacerlo, sí, pero siempre podría estar muchísimo más preparada, por eso no voy a dejar de formarme y profundizar en cada una de ellas. Cuando escribí El sereno secreto no me sentía preparada para hacerlo, lo hice, se montó, quedó una bonita obra, ahora lo pienso y digo ¿estaba preparada para hacerlo? Sí, ¿pude haber estado más preparada? También.

-¿La gente de las tablas apuesta más a la comedia que al teatro de autor?

-No lo sé. No sé cómo definir eso de “la gente de las tablas”. Me imagino que es gente que hace teatro, lo que pasa es que aquí hay mucha “gente de teatro”, pero no todos los que lo hacen deberían considerarse gente de teatro, porque no lo respetan. Yo creo que se apuesta a todo, se apuesta mucho al teatro comercial para hacer dinero, porque “la gente no quiere ver intensidades, se quiere reír”; y se hacen cosas muy malas, porque se hace con esa mentalidad y en la sala de al lado tenemos obras de autor que agotan todas las funciones, y también pasa al contrario, “hay que ser intensos porque sí, porque yo no hago teatro comercial, y les va muy mal. Yo creo que lo que te va a dar dinero, si esa es tu finalidad, es un trabajo bien hecho, no importa si es una comedia o es teatro de autor.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Cortesía LGP
Caracas