Las torrenciales lluvias que azotan Haití desde este lunes han dejado hasta la fecha al menos 10 muertos y más de 4.000 personas evacuadas, con aguas que inundaron barrios completos y campamentos para damnificados, provocaron deslaves y convirtieron las calles de esta capital en torrentes, informó Prensa Latina.
La Dirección de Protección Civil (DPC) confirmó hoy que, como mínimo, una decena de personas falleció por el temporal, dos de ellas, niños.
La directora de la DPC, Alta Jean Baptiste, afirmó que la situación es crítica en el departamento Oeste, donde se encuentra Puerto Príncipe, aunque también lo es en Carrefour, Cité Soleil y Delmas.
Según la funcionaria la evaluación de las pérdidas humanas y materiales está en curso, pero previó un número elevado.
Durante toda la noche de ayer, un comando de fuerzas internacionales intentó evacuar personas en peligro, pero las calles y barrios inundados dificultaron la tarea, informó la policía. Emisoras de radio trasmitieron por su parte llamadas de socorros desde los campamentos para damnificados del terremoto de 2010, donde viven actualmente más de 680 mil personas.
Las corrientes de agua, que alcanzaron los dos metros de altura en zonas bajas de Puerto Príncipe, arrastraron las carpas de refugiados, las inundaron o desbordaron las letrinas.
Parte de las localidades de la periferia capitalina quedaron incomunicadas, mientras decenas de calles permanecen anegadas, informó el DPC.
PRESIDENTE CALIFICO LA SITUACIÓN COMO «CATASTRÓFICA»
El presidente haitiano, Michel Martelly, por su parte, calificó la situación de catastrófica cuando habló a la televisión nacional poco antes de la medianoche y pidió calma a la ciudadanía mientras la tormenta aún azotaba la ciudad. «Este mensaje es para decirle a la población que estoy con ustedes», dijo el presidente. En la mañana, participó en la entrega de ayuda a algunos pobladores.
Martelly dijo que la barriada de Cite Soleil se inundó y que varios muros se derrumbaron en las colinas de Puerto Príncipe. El mandatario ordenó a los trabajadores de la construcción del gobierno que se presentaran a trabajar el martes.
Las tormentas pasaron por el Caribe el lunes, provocando derrumbes y obligando a miles de personas a abandonar sus casas.
La Oficina de Meteorología indicó que no se espera mejora de la situación al menos hasta el jueves, por lo que el país continúa en estado de alerta.