En Río de Janerio, Brasil, las lluvias torrenciales han causado deslizamientos de tierra e indudaciones, por lo que los sistemas de transporte terrestre fueron suspendidos.
Mientras, el aeropuerto de esa ciudad permanece colapsado, al igual que algunos sectores turísticos, según reportan medios digitales.
Las inmediaciones del estadio de Maracaná, sede del próximo mundial que se celebrará dentro de seis meses, han quedado asimismo anegadas. Hasta el momento se ha informado de la desaparición de una persona.
Las autoridades han declarado el estado de alerta en la ciudad y han pedido a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares.