Llegó 2010 con expectativas en América Latina. Elecciones y amenazas golpistas están a la orden del día, en todos los casos con enorme interés para Venezuela.
Así como el país se prepara para unas elecciones legislativas en las cuales se espera que el PSUV retenga su mayoría, en Colombia habrá renovación parlamentaria en marzo. Será una medición con miras a la primera vuelta de las presidenciales de mayo, para las cuales aún no se define si el presidente Álvaro Uribe aspirará a la reelección. Dado el actual estado de las relaciones bilaterales, los comicios del vecino país revisten sumo interés.
Todavía este mes de enero está por definirse la Presidencia de Chile entre el empresario Sebastián Piñera y el ex mandatario Eduardo Frei.
De salir derrotado Frei, sería el fin de 20 años continuos de gobiernos de la Concertación y la vuelta al poder de la recalcitrante derecha chilena.
Afortunadamente en enero tomará posesión para su segundo mandato el presidente Evo Morales. Contra lo que muchos deseaban, el primer gobernante indígena retuvo su cargo por un amplio margen.
En octubre se esperan las presidenciales en Brasil. Como Luiz Inácio Lula da Silva no aspira a la reelección, habrá que esperar que la candidata Dilma Rouseff capitalice la popularidad del ex obrero metalúrgico.
En fin, un año eminentemente electoral que empezó con la denuncia del presidente ecuatoriano Rafael Correa de que se prepara un complot en su contra, y sin obviar la amenaza que pesa desde el año pasado sobre el paraguayo Fernando Lugo. No hay que olvidar la lección de Honduras.