Al menos 15 cadáveres fueron localizados en cuatro tumbas clandestinas descubiertas en el municipio Juárez, a unos 20 kilómetros de la ciudad de Monterrey, al norte de México.
Hasta ahora, las autoridades habían localizado 12 cuerpos, a los que se sumaron tres más en tareas realizadas por personal de la Procuraduría (Fiscalía) del estado de Nuevo León, que localizó cuatro entierros clandestinos en una sola área.
«Se han encontrado tres cuerpos más en avanzado estado de descomposición. Se encontraron un total de cuatro tumbas», explicó un vocero de la Fiscalía al detallar que los restos humanos tenían por lo menos un mes enterrados.
Nuevo León (norte), cuya capital es Monterrey y polo industrial del norte de México, se encuentra amenazado por las disputas entre los cárteles del Golfo y sus antiguos aliados Los Zetas.
Los Zetas son la banda criminal con mayor dominio territorial de México, además de Nuevo León, controlan los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz, Tamaulipas, la mitad de Chihuahua, parte de Chiapas y San Luis Potosí, y diversas localidades de Durango, Oaxaca y Zacatecas. Además, manejan la parte norte y centro de Guatemala.
Según se desprende de las cifras oficiales, en 2009 se registraron 267 asesinatos en la ciudad, en 2010 se elevaron a 828 y en lo que va del año superan los 770, de los cuales, el 80 por ciento está relacionado con la delincuencia organizada.
Más de 41 mil personas han muerto en México desde diciembre de 2006, cuando el presidente de ese país norteamericano, Felipe Calderón, inició la estrategia militarizada para perseguir a los cárteles del narcotráfico.
Sumado a ello un plan secreto de la Oficina de Alcohol, Tabaco y Explosivos de Estados Unidos (EE.UU.), bautizado como Rápido y Furioso, permitió que armerías de ese país vendieran armas de alto calibre a narcotraficantes mexicanos, de las cuales hasta la fecha sólo han podido recuperar unas 800, muchas de ellas fueron localizadas en escenas de crímenes.