El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, culminará sus ocho años de gobierno con una aprobación récord del 83% de la población brasilera y con 57 puntos de respaldo de ventaja sobre su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, quien salió del poder con 26% de popularidad en 2002, de acuerdo a una encuesta divulgada por el instituto Datafolha y publicada por el sitio web del diario Folha de Sao Paulo.
En la consulta realizada por el mencionado instituto, se indica, además, que el 84% opinó que Brasil se encuentra mejor después del mandato de Lula, iniciado el 1 de enero de 2003.
De acuerdo al sondeo, realizado entre el 17 y el 19 de noviembre pasado, el ex sindicalista del Partido de los Trabajadores (PT), entregará el cargo el próximo primero de enero a su sucesora, Dilma Rousseff, con el respaldo de cada 4 por 5 brasileños, acción que atribuye el actual Jefe de Estado a las políticas sociales implementadas.
Lula resaltó que entre estas políticas sociales, aplicadas en sus dos mandatos, se encuentra la generación de más de 15 millones de empleo en Brasil y lo que a su juicio, es poco destacado en la opinión pública.
En comparación con la popularidad de los mandatarios anteriores, Lula obtuvo una aprobación que fue calificada por Folha de Sao Paulo, como «impactante», debido a que sus sucesores no recibieron tanto respaldo al finalizar sus mandatos.
Por ejemplo, Fernando Collor de Mello, quien renunció en 1992 a raíz de un escándalo de corrupción, dejó el cargo con apenas 9% de aprobación y su vicepresidente, que completó el mandato hasta 1995, Itamar Franco, salió de la jefatura del Estado con el 41% de aprobación.
Mientras que el sociólogo Fernando Henrique Cardoso, principal rival político de Lula, culminó su gestión con el 26% de apoyo, entre 11.281 personas encuestadas.
Entre 17% restantes de los consultados, 13% considedaron como regular la gestión de Lula Da Silva, mientras que el último 4% la evaluó como mala o pésima, dijo Datafolha.