“Las injusticias lo ponían verde, verde”, rememora su exesposa|Luz María Gil: Carlos Escarrá fue un hombre brillante y con valores

Luz María Gil

Luz María Gil es la exesposa del abogado Carlos Escarrá. Lo describe como “una persona comprometida siempre; comprometida con el país, con la familia”.

Lo conoció cuando Escarrá tenía 15 años de edad y ambos entraban a la universidad para estudiar Derecho. Ella tenía 17 años de edad. “Era un muchacho muy serio, con unos criterios bien claros; había leído mucho. A los 13 años él ya había leído El Capital de Marx. Ya para ese momento Carlos tenía una profunda formación”.

En una primera conversación, Carlos Escarrá le dijo a Luz María Gil que él no se iba a casar “porque él se debía a su patria, que se iba a formar, iba a capacitarse para transformar el país”.

“Interpretaba el derecho como un instrumento para hacer la política. Siempre tuvo una carga importantísima de valores como la solidaridad. Fue delegado de curso durante los cinco años de la carrera”, contó.

Ser abogado de la República era el sueño profesional de Escarrá, pero en lo político su mayor anhelo era llegar al Poder Legislativo porque “el Parlamento le permitía representar al pueblo; eso para él era lo más importante”.

Para Escarrá, era el pueblo el que debía liderar todas las batallas y decisiones; era la gente la que debía legislar.

Gil lo recuerda como un excelente diputado y como un docente sumamente exigente. “Si un alumno se hacía amigo de él, entonces el alumno no podía sacar menos de 20; le exigía más al amigo”, recordó.

-¿Qué cosas hacían que Carlos Escarrá se disgustara?

-Las injusticias lo ponían verde, verde. Era sumamente apasionado. Él era apasionado, no solo conmigo. Veía el drama, la miseria, las necesidades sociales.

Escarrá estuvo más de 20 años casado con Luz María Gil. De esa unión nacieron Carolina Uyunní, Alejandro José y Luz María. Más adelante tuvo otro hijo varón con quien fue su última compañera de vida.

“MUY BUEN PADRE”

Gil comentó que Escarrá era muy buen padre: “Sobre todo, muy comprometido, con mucha angustia por la formación, por lo que leían sus hijos. Las sanciones que se ponían en la casa eran con un libro de Bolívar: vamos, a transcribir”, relató.

Los “castigos” eran con más educación y más conocimiento. “Siempre estuvimos muy pendientes de la formación”, agregó.

Escarrá era sumamente inteligente y le rendía muchísimo el tiempo; también sacaba muchas horas para estar con su familia, comentó.

“Él tenía una inteligencia muy vivaz. Yo lo consideré siempre muy brillante, y brillante con valores, dos elementos que no son muy fáciles de conseguir”, destacó. “Yo siempre lo admiré y el me admiró también. Yo creo que nosotros tuvimos respeto, admiración y profundo afecto mientras estuvimos juntos”.

También lo describe como hombre con “un carácter muy atravesado, con unos picos terribles. Cuando se molestaba por injusticias te argumentaba para ver las cosas y no era tolerante. Para Carlos, la gente tenía que buscar la perfección”.

Gil manifestó que, al final de su matrimonio, Escarrá se fue vinculando mucho a la política. “Yo percibí que era el momento en que él se casara con la política, se dedicara a eso exclusivamente y yo apartarme”, confió.

EL ABOGADO DEL LA REPÚBLICA

Gil expuso que, al principio de la Revolución Bolivariana, Escarrá era el segundo a bordo en la Procuradoría General de la República. “Él se encargó de montar la Procuraduría que debía ser: esa que vinculaba a todos los ministerios, aquella que articulaba en lo jurídico al Estado. Hizo un trabajo muy bello, articulando al Estado en la Procuraduría”.

Escarrá también fue magistrado del Tribunal Supremo de Justicia. “Sus decisiones son muy buenas. Fue presidente de la Sala Político Administrativa”, recordó Gil.

Después comenzó a ejercer su profesión de nuevo, hasta que resultó electo en la Asamblea Nacional. “Realmente para él su actividad estelar era la Asamblea”, acotó.

En su criterio, el gran legado de Escarrá fue darle al Estado el soporte legal para “hacer las cosas bien hechas. El logró articular al Estado desde el punto de vista jurídico”.

T/ Nancy Mastronardi
F/José Luis Díaz
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