Los malos recuerdos que forman parte de la vida del ser humano podrían desaparecer si la persona se somete a tratamiento médico y a su vez se compromete a dejar de pensar en cosas que le hicieron daño en su pasado.
Para lograr tales objetivos, en los últimos 15 años un grupo de investigadores de Estados Unidos ha estudiado el comportamiento de la memoria a fin de revelar alguna de las incidencias del mal que ha causado enfermedades mentales.
De acuerdo con la doctora Susannah Tye, los malos recuerdos afectan a las personas en dos niveles: tanto mental como físicamente. “No estamos seguros hasta que punto podemos minimizar el dolor que causan los malos recuerdos en las personas, pero si confiamos en dar frente a ese mal”, dijo.
Para el psicólogo Jason Cha, ese fenómeno se produce cuando se recuerda solo fragmentos de experiencias vividas que posteriormente son reconstruidas en historia que posiblemente puedan resultar incorrectas para la persona que la elabora.
La lectura que ofrece el neurocientífico Douglas Fields es que, “cuando se recupera un recuerdo específico, es vulnerable de ser alterado o incluso extinguirse durante un cierto período de tiempo”.
Aseguró que cuando una persona desea eliminar por completo un mal recuerdo de su mente, el cerebro obedece a la solicitud y comienza un siglo nuevo lleno de grandes retos.
Para los investigadores existen fármacos e inhibidores de proteína que generan que los malos recuerdos crezcan de manera agigantada, pero aquellas personas en su intento de huir de estos, se someten a descargas eléctricas en el cerebro que en efecto borran ciertos recuerdos mas no todos.
Los expertos aseguran que los malos recuerdos podrían eliminarse siempre y cuando la persona se decida a dejar de pensar en escenarios que en algún momento de su vida le haya causado mucho daño.