Después de la masacre de 72 migrantes indocumentados en Tamaulipas, México, varias organizaciones de la sociedad civil afirmaron en un comunicado conjunto, que la matanza no es un suceso aislado, ya que han documentado y denunciado desde hace más de dos años y medio testimonios de migrantes secuestrados.
Los centros de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez y Fray Matías de Córdova, así como casas del Migrante y órganos pastorales y de jesuitas, indicaron que el secuestro de centroamericanos no sólo busca una remuneración, sino sometimiento a condiciones de explotación laboral y sexual.
“Hasta ahora, el Estado mexicano no ha impulsado una política migratoria integral para detener las extorsiones y plagios masivos de centroamericanos que cruzan por territorio nacional”, afirma Mauricio Farah, visitador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y encargado de coordinar la elaboración del Informe Especial sobre los Casos de Secuestro en contra de Migrantes.
En el informe, criticaron que el gobierno federal se haya limitado hasta ahora al envío de un informe a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en el que intenta negar la dimensión de la tragedia.
En ese sentido, exigieron que la Gobernación impulse una agenda de trabajo interinstitucional, a fin de acabar con la problemática.
«ESCANDALOSA SITUACIÓN»
Alberto Herrera, director ejecutivo de Amnistía Internacional México, expuso que la situación que soportan los migrantes es escandalosa. “Enfrentan toda clase de abusos, secuestros, amenazas, violencia sexual y asesinatos. Son los delincuentes los que cometen estos actos. Pero en ocasiones hay participación de funcionarios como policías y agentes del Instituto Nacional de Migración«, manifestó.
En junio pasado, dos organizaciones humanitarias presentaron el sexto informe sobre la Situación de los Derechos Humanos de las Personas Migrantes en Tránsito por México. Allí denuncian que los migrantes son altamente vulnerables a ser secuestrados en los municipios fronterizos de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, sin importar edad, sexo y nacionalidad.
La CNDH, en su informe especial sobre Los Casos de Secuestro en Contra de Migrantes, presentado en junio de 2009, alertó sobre la tendencia creciente de secuestros de migrantes y su correspondiente desatención por parte de las autoridades. El informe concluye que hasta 9.758 migrantes habían sido secuestrados en un periodo de seis meses entre 2008 y 2009.
La CNDH sugería que México estaba sufriendo una epidemia oculta de secuestros.